Los signos a los cuales se debe prestar atención

Una de las afecciones más frecuentes en menores son las infecciones urinarias. Estas ocurren cuando las bacterias (gérmenes) entran en la vejiga urinaria o en los riñones.

Los niños generalmente necesitan orinar con más frecuencia que los adultos porque sus vejigas son más pequeñas y acostumbran a tomar más liquido en relación con su tamaño. Además, es posible que los más pequeños sientan una mayor necesidad porque toma varios años lograr el control maduro de los músculos que abren y cierran la vejiga.

Algunos niños no se toman el tiempo de vaciar sus vejigas por completo, o retienen la orina en la vejiga por periodos de tiempo prolongados. Estos comportamientos pueden llevar a una infección grave, ya que si la orina permanece en el cuerpo por demasiado tiempo pueden crecer las bacterias.

Otro problema muy común en los niños es que, para evitar el goteo de orina, suelen empujar sus manos hacia sus genitales, lo que puede llevar bacterias malas hacia el resto del tracto urinario y generar una infección.

Para prevenirlas, hay que vigilar que no se aguanten las ganas de ir al baño, pues se estima que deben orinar al menos cada dos o tres horas mientras estén despiertos. Se recomienda que encuentren relajados al momento de orinar, sin hacer uso de la fuerza, pues todo fluirá normal. En el caso de las niñas, es importante que se limpien de adelante hacia atrás para evitar el rezago de bacterias en su zona íntima.

La tensión interna provocada por el desarrollo normal del niño puede afectar también el comportamiento con relación al baño. Existen muchos otros sentimientos y situaciones emocionales que pueden abrumarlo y ocasionar que se comporte de formas confusas. Un deseo por más atención puede provocar que tenga más accidentes solo para entablar una conversación o interacción emocional.

Incluso, si los padres suelen ser demasiado controladores sobre el uso del baño preguntando constantemente si necesitan ir, en lugar de dejarlo dirigir su propio comportamiento, podría generar que se resista hasta que sea demasiado tarde y termine en un accidente.

Es común que puedan retener las ganas de ir al baño por múltiples razones, algunos pueden sentirse avergonzados o incómodos de pedir permiso para ir, especialmente en entornos nuevos o cuando están con otras personas. Si no tienen acceso sencillo al baño o está demasiado lejos, pueden optar por aguantar hasta que encuentren una oportunidad conveniente.

Algunas veces la distracción en situaciones como la escuela, un juego o una actividad emocionante, puede influir debido a que pueden estar inmersos en el juego u otras actividades que les resulta imposible detener. Además, algunos pueden no ser conscientes de las señales de su cuerpo que indican la necesidad de ir al baño, especialmente si están ocupados o despistados.

Las causas emocionales de los problemas relacionados con el baño pueden ser difíciles de tratar ya que los pequeños rara vez son capaces de expresar con palabras su confusión, ansiedad o temor. Un cambio importante en su vida puede causar su regresión durante el entrenamiento para el baño, incluyendo mojar la cama, la enuresis, retener los excrementos o defecar en lugares incorrectos.

Detectar si se está aguantando para ir baño puede requerir observación cuidadosa y atención a ciertos comportamientos, como los siguientes:

– Movimientos inquietos o incómodos: puede empezar a moverse de manera inquieta, indica el portal El siglo del Torreón.

– Frecuentes gestos de incomodidad: por lo regular, suelen agarrarse el área del estomago o de la entrepierna con algunos gestos.

– Peticiones frecuentes para ir al baño después de un largo tiempo sin ir: si de repente empieza a pedir el baño con más frecuencia después de haber pasado mucho tiempo sin hacerlo.

 Cambios en el comportamiento: puede volverse irritable, ansioso y distraído, especialmente si está enfocado en aguantarse.

– Retención repentina de líquidos: de repente deja de beber líquidos o reduce significativamente su ingesta.

– Urgencia repentina: podría comenzar a mostrar signos de urgencia extrema cuando finalmente siente la necesidad, como correr hacia el baño o hacer gestos urgentes.

Síntomas de infecciones urinarias en niños

Pueden variar según la edad. En bebés y niños pequeños, pueden incluir:

– Fiebre inexplicada

– Irritabilidad

– Vómitos

– Diarrea

– Falta de apetito

– Llanto al orinar

– Mal olor en la orina

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