La central sindical no aceptó la invitación del secretario de Trabajo, Julio Cordero, y se tensa el vínculo de los sindicalistas con el presidente Javier Milei.
La Confederación General del Trabajo (CGT) decidió endurecer su discurso y no ir al diálogo social que propuso el secretario de Trabajo, Julio Cordero. El Gobierno había convocado a los sindicalistas para que participen de una mesa de negociación junto a empresarios del Grupo de los Seis.
Tras una reunión de Comisión Directiva que se llevó a cabo esta tarde en la sede central del sindicato, la CGT decidió rechazar la invitación de Cordero y marchar el 7 de agosto a San Cayetano. El encuentro fue encabezado por Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (Estaciones de Servicio) Pablo Moyano (Camioneros).
“No estamos dispuestos a sentarnos en una mesa de negociación y conversación tripartita. No se va a ir a esa discusión, porque lo que queremos discutir es cómo generamos empleo, discutimos el salario y generamos trabajo digno y desarrollo del país”, expresó Daer.
Además, el cosecretario general de la CGT agregó que “el Gobierno no ha dado una respuesta positiva a dos temas que para nosotros eran fundamentales”, haciendo referencia al reclamo por la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias y el pedido de que el Poder Ejecutivo retire la apelación ante la Corte Suprema contra la suspensión del capítulo laboral del DNU.