Mientras Avellaneda se sigue inundando, mientras a los vecinos les roban las bicis, las motos y hasta los sueños, y mientras algunos barrios ya están coleccionando cortes de luz como si fueran figuritas…
nuestros concejales tuvieron una sesión eterna para debatir de todo menos de eso.

En el HCD de Avellaneda hubo homenajes, declaraciones, cruces, pases de factura… ¡y hasta pelea por el nombre de un edificio educativo! Sí, mientras a la gente no le dan los números, acá discuten si ponerle “Alberto Sileoni” a una escuela es un homenaje o una provocación.

Se habló del presupuesto 2026, del desfinanciamiento de las escuelas técnicas, de si el radicalismo acompaña o se abstiene, de si el Gobierno nacional quiere “abolir la producción argentina”…
Todo muy intenso, muy profundo…
pero del vecino que tiene medio metro de agua en el living, nada.

También aprobaron contratos, tercerizaciones, concesiones de gastronomía, un museo del fútbol, un polo gastronómico, un estacionamiento para camiones en Dock Sud…
En resumen: Avellaneda avanza, pero siempre para adentro del HCD. Afuera, arreglate como puedas.

Entre tanto, el concejal Paz protestó porque “todo se terceriza”, Gallucci dijo que Sileoni “no aportó nada positivo”, Garibaldi cerró con una frase inolvidable:

“No vamos a dar más explicaciones porque la sesión ya se hizo muy larga y estamos cansados”.

Claro, imaginate… mientras la gente está cansada de no poder salir a laburar por miedo, ellos están cansados de hablar.


En una Avellaneda donde los vecinos piden seguridad, luz, obras y respuestas…
el Concejo Deliberante está en otra sintonía, casi con auriculares canceladores de realidad.


“Mientras vos te inundás, ellos debaten nombres y decretos. ¿En qué Avellaneda viven?”

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