A 15 años del asesinato del militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra, quedó inaugurado en Avellaneda un mural en su homenaje, en la esquina de Estrada y Debenedetti, Sarandí, barrio donde creció el joven.

Mariano Ferreyra tenía 23 años y militaba en el Partido Obrero cuando fue asesinado el 20 de octubre de 2010 por una patota ligada a la Unión Ferroviaria durante una protesta en Avellaneda por la regularización laboral de trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca.

Este hecho puso al descubierto la connivencia entre sectores de la administración estatal, sindicales, empresariales y policiales.

Ferreyra recibió un disparo en el abdomen que le provocó la muerte. En el mismo ataque resultaron heridos Elsa Rodríguez y Nelson Aguirre. El crimen generó una fuerte conmoción nacional y derivó en un juicio histórico. En 2013, el exsecretario general de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, y su adjunto, Juan Carlos Fernández, fueron condenados a 15 años de prisión como participantes necesarios del homicidio.

Los autores materiales, Cristian Favale, Gabriel Sánchez y Pablo Díaz, recibieron penas de hasta 18 años. También fueron condenados comisarios y agentes policiales por “liberar la zona”. El caso Ferreyra se convirtió en un precedente judicial en la Argentina por haber alcanzado la condena de los responsables intelectuales de un crimen político, y su figura permanece como emblema en la lucha contra la precarización laboral y la impunidad sindical.

El acto contó con la presencia de su familia, vecinos, organizaciones sociales y sindicales, y fue encabezado por el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi. También participó una delegación de la CTA-T Avellaneda: “Los compañeros y compañeras como Mariano son ejemplo de lucha por una sociedad más justa”, afirmaron desde la central sindical.

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