En el día de su cumpleaños, desde Impacto Sur queremos rendir un merecido homenaje al obispo Marcelo “Maxi” Margni, líder espiritual de la diócesis de Avellaneda–Lanús y un referente de cercanía y humildad.
Tuve la oportunidad de conocerlo personalmente y puedo decir que es un ser humano excepcional: accesible, cercano y genuino. Un verdadero “pastor con olor a ovejas”, como lo describe el Papa Francisco, que lleva la Iglesia a la calle, caminando junto a quienes más lo necesitan y escuchando con atención los desafíos de cada barrio.


Hace casi cinco años, cuando aún estaba en transición entre Quilmes y su llegada a Avellaneda, nos concedió su primera entrevista local. En aquella charla íntima compartió su historia de vida, sus raíces familiares, los momentos que marcaron su vocación y, sobre todo, los pilares que soñaba establecer en su labor pastoral: cercanía, acompañamiento a los jóvenes, fortalecimiento de las familias y apoyo a quienes atraviesan dificultades.

Aquella entrevista, que hoy vuelve a cobrar valor, refleja no solo su profundo testimonio de fe, sino también su visión de una Iglesia activa, comprometida con la comunidad y con la transformación de la sociedad desde la solidaridad y la esperanza. Maxi recordaba con emoción sus primeros pasos en la pastoral juvenil y cómo cada encuentro con la gente reafirmaba su camino: la fe, decía, no se construye solo en los templos, sino en la vida cotidiana, en los barrios, en las calles y en los hogares.

Volver a escuchar sus palabras es también un recordatorio de que, incluso en medio de crisis sociales, económicas o espirituales, siempre hay espacio para la fraternidad, para tender puentes y para trabajar juntos por una sociedad más justa y humana. Su mensaje es claro: los vínculos y la solidaridad son la verdadera riqueza de la vida.

Podés ver la entrevista completa en nuestro portal: www.impactosur.com.ar
También en nuestro canal de YouTube: buscá Impacto Sur, suscribite y activá la campanita para recibir todas las novedades.
En este día especial, nuestro saludo y reconocimiento al obispo Maxi, agradeciéndole por su cercanía, su ejemplo y por guiarnos con la fe vivida en la calle y en el corazón de cada vecino.