En el aire de La Voz del Vecino, Marcelo Brunwald dialogó con Claudia Esparta y Susana Paz, integrantes de ISHA Raíces y Alas, un espacio comunitario creado para ayudar y acompañar a mujeres que han sufrido o sufren violencia psicológica.
La iniciativa nació en una peluquería, cuando Claudia advirtió que muchas mujeres compartían experiencias de dolor y necesidad de ser escuchadas. Esa intuición se transformó en un proyecto que hoy reúne a once vecinas con un mismo propósito: brindar contención, generar herramientas y abrir caminos de sanación. “Queremos que sepan que se puede salir, que hay otra vida posible”, expresó Susana durante la entrevista.
ISHA Raíces y Alas no responde a banderas políticas ni religiosas. Se sostiene en valores simples pero poderosos: acompañar sin juzgar, escuchar sin imponer y compartir sin competir. “No estamos en contra de los hombres, simplemente ayudamos a mujeres que lo necesitan”, subrayaron las referentes.
El grupo ofrece talleres artísticos, espacios de coaching, educación financiera y capacitaciones en oficios. A través de estas propuestas, buscan no solo sanar desde lo emocional sino también brindar autonomía y confianza. “Podemos sanar pintando, escribiendo, caminando juntas o aprendiendo un oficio que se transforme en salida laboral”, explicaron.
El espacio funciona en Avenida Belgrano 3185, Sarandí, de lunes a viernes por la mañana, con actividades especiales los lunes durante toda la jornada. Además, mantienen activa una red de apoyo mediante grupos de WhatsApp y redes sociales para extender la contención más allá de los encuentros presenciales. “No somos psicólogas, no hacemos terapia, solo ofrecemos un lugar para hablar y sentirse acompañada”, remarcaron.
ISHA Raíces y Alas son once mujeres que eligieron convertirse en un faro de esperanza en Avellaneda: un espacio que ilumina, sostiene y ayuda a desplegar las alas a quienes más lo necesitan.