La salud y el deporte caminan juntos, y cada vez más vecinos encuentran en nuevas disciplinas una forma de entrenar, superarse y socializar. Tal es el caso de la calistenia, un método de entrenamiento con peso corporal que viene ganando adeptos en Avellaneda, especialmente en el Parque Domínico, donde jóvenes atletas se reúnen a practicar y enseñar.

En diálogo con La Voz del Vecino, Uriel, de 20 años, vecino de Villa Domínico, y Sofía, de 21, de Wilde, contaron su experiencia como profesores y atletas de esta práctica que combina fuerza, resistencia y creatividad.

“Todo con tu peso corporal”

Uriel explicó que la calistenia se basa en ejercicios clásicos como flexiones, dominadas y abdominales, pero con un enfoque más integral:

“Es todo con tu propio peso corporal. Lo puede hacer cualquier persona, desde alguien que nunca entrenó hasta deportistas con experiencia. Tengo alumnos de 48 años y 130 kilos que empezaron desde cero. Se puede, con paciencia y constancia”.

El joven comenzó en el fútbol, incluso probando suerte en La Pampa, pero finalmente encontró en la calistenia su lugar:

“Un amigo me invitó al parque, vi lo que hacían y no pude dejarlo más”.

Un espacio en crecimiento

En el Parque Domínico, detrás del anfiteatro, existen desde 2017 barras especiales para la práctica. Allí se armó un grupo de entrenamiento que hoy suma cada vez más vecinos de distintas edades.
“Nos organizamos como equipo, damos clases y hasta armamos competencias internas para que los alumnos puedan medir su progreso”, explicó Uriel.

La disciplina aún no está federada en Argentina, pero existen asociaciones que buscan darle mayor difusión y reconocimiento, como ocurre en otros países.

El aporte femenino

Sofía llegó a la calistenia desde la gimnasia artística y destacó el desafío que implica para las mujeres:

“No es imposible, pero sí lleva más tiempo. Lo que a un hombre puede salirle en un año, a una mujer le puede tomar cinco. Es biológico: ellos tienen más fuerza, nosotras más flexibilidad. Pero eso no te limita. En las competencias cada vez hay más mujeres, aunque todavía somos poquitas”.

Más que ejercicio

Los jóvenes remarcaron que la calistenia no solo fortalece el cuerpo, sino que también genera comunidad y hábitos saludables:
“Es constancia, alimentación, descanso. No podés parar, porque retrocedés. Incluso frente a lesiones, lo importante es rehabilitarse y seguir moviéndose, no quedarse quieto”, coincidieron.

Clases accesibles y abiertas a todos

Tanto Sofía como Uriel ofrecen clases de lunes a viernes, en distintos horarios, con cupos reducidos y planificación personalizada. El valor mensual ronda entre 30.000 y 40.000 pesos, similar al de un gimnasio tradicional.

Contacto en Instagram:

Una disciplina que llegó para quedarse

La calistenia, también conocida como street workout, sigue expandiéndose en el país y encuentra en Avellaneda un punto de encuentro para jóvenes y adultos. “No hace falta ser atleta profesional: cualquiera puede empezar. Lo importante es animarse y dar el primer paso”, resumió Sofía.

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