El fallecimiento de Camilo, un adolescente de 15 años que asistió por primera vez al boliche Club 21 de Quilmes, expuso crudamente la falta de controles en la nocturnidad local y el silencio de las autoridades.

El joven murió dentro del local bailable por una hemorragia digestiva masiva, según la autopsia. Su padre, Daniel, denunció abandono total:

“Camilo era un chico sano, deportista. Nunca tuvo epilepsia ni nada. Lo llevé a un boliche y me lo devolvieron en un cajón. Nadie de la Municipalidad vino a darme la cara, ni siquiera la intendenta Mayra Mendoza me llamó para darme el pésame. Del boliche tampoco me contactó nadie. Es una vergüenza”.

El reclamo del padre apunta directamente contra el municipio de Quilmes, a quien acusa de mirar para otro lado frente a las irregularidades:

  • Ingreso de menores de edad.
  • Venta libre de alcohol.
  • Ausencia de controles de nocturnidad.
  • Antecedentes de otras muertes en el mismo local.

“Con Camilo ya son siete los chicos que murieron ahí y el lugar nunca fue clausurado. ¿Por qué? Porque ahí también se hacen actos políticos. La Municipalidad lo sabe y lo permite”, denunció Daniel.

La ley provincial 14.050 fija que los menores de 16 años solo pueden asistir a matinés hasta las 23, sin alcohol y con control adulto. Nada de esto se cumplió en Club 21, un boliche que, según los vecinos, funciona con absoluta impunidad.

El caso desató indignación entre familiares, amigos y vecinos de Quilmes, que acusan a la gestión municipal de falta total de controles en la nocturnidad. La ausencia de la intendenta y de sus funcionarios en medio de la tragedia sumó más bronca.

“Camilo tenía sueños, quería terminar la escuela y trabajar. Hoy lo estoy velando porque nadie controló nada. No quiero que esto le pase a ningún otro padre”, cerró Daniel.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

1 + 5 =