El volante de Los Andes repasó sus momentos más emotivos en el fútbol, desde el debut en Independiente hasta los ascensos históricos con Independiente y Belgrano. También habló sobre la actualidad del Milrayitas, su experiencia en México y dejó un mensaje para los jóvenes que sueñan con ser profesionales.
Guillermo Pereira recibió a Polideportivo Radial para una extensa charla en la que quedó claro que su carrera no se explica solo por el talento, sino por la mentalidad y el sacrificio. “Desde chico decía que quería ser jugador de fútbol, muchos se reían, pero yo seguí. Hoy vivo de lo que soñé”, recordó con emoción.
El mediocampista repasó los hitos de su trayectoria. Señaló dos momentos que marcaron su vida deportiva: su debut en la primera de Independiente, tras hacer todas las inferiores en el club, y el regreso a la máxima categoría con Godoy Cruz luego de un largo recorrido por el ascenso. “Ese también fue muy emotivo”, reconoció.
Pereira también se detuvo en los ascensos que le tocó vivir. Con Independiente describió la presión de devolver al equipo a primera división y con Belgrano destacó la campaña histórica que terminó con título y récord de puntos. “Fue un año inolvidable, incluso porque el femenino también salió campeón”, recordó.
La experiencia en el Zacatepec de México le dejó aprendizajes, a pesar de que no tuvo continuidad. En tanto, sobre la exigente pretemporada en Riestra confesó: “Había que cerrar los ojos y meterle. Mentalmente también me fortaleció”.
A lo largo de su carrera enfrentó a figuras que lo sorprendieron. Mencionó a Julián Álvarez en su paso por Godoy Cruz y, más recientemente, a Claudio Echeverri y Franco Mastantuono: “Juegan a otra velocidad”.
Hoy su presente está en Los Andes, donde pelea por meterse en el reducido. “Sabemos que Madryn tiene un gran plantel, pero estamos en condiciones de jugarles de igual a igual”, aseguró. El empate con San Miguel no le bajó la ilusión: “Nos sorprendimos para bien y seguimos expectantes”.
Al definirse como futbolista, Pereira se describe como un volante mixto que busca ordenar al equipo y aportar en todas las facetas del juego. Recordó con cariño dos goles especiales: uno a Independiente vistiendo la camiseta de Riestra y otro con Belgrano ante Vélez, ambos cargados de valor personal.
Antes de despedirse, dejó un mensaje claro para los chicos que sueñan con el fútbol profesional: “Que se pongan metas y luchen. La suerte influye, pero si trabajás tenés más posibilidades. Persevera y triunfarás”.