Verónica Tor, candidata a secretaria general del sindicato de Panaderos de Avellaneda , cuestiona la falta de servicios de salud, la herencia de cargos por apellido y el uso del sindicato como plataforma política. Propone devolver la transparencia y la participación a los trabajadores.

El Sindicato de Panaderos de Avellaneda atraviesa un proceso electoral clave. Con elecciones previstas para el próximo 24 de septiembre, un sector de trabajadores impulsa una lista opositora encabezada por Verónica Tor, quien asegura representar “la renovación frente a lo oscuro, lo viejo y la casta sindical”.
Con 34 años de trayectoria en la actividad, Tor critica la actual conducción por su falta de apertura y transparencia. “Las decisiones las toman dos o tres dirigentes, el resto está dibujado. Durante cuatro años se olvidaron de los afiliados, y ahora, en campaña, aparecen bicicletas, sorteos y fiestas. Lo que no hicieron en cuatro años, lo quieren hacer en quince días”, afirmó.
Uno de los puntos más sensibles es la obra social. Según Tor, el servicio que reciben los trabajadores es “paupérrimo” pese a los altos aportes. “A los afiliados les descuentan todos los meses, pero cuando van a atenderse les dicen que la obra social no pagó. Es una vergüenza. Mientras entra una montaña de plata al sindicato, no tenemos ni un bidón de agua para el afiliado”, denunció.
En ese mismo sentido, advirtió sobre el uso político del gremio: “El sindicato debe estar al servicio de los trabajadores, no ser una caja política ni transformarse en un comité de campaña electoral, como ya ocurrió. Los panaderos no podemos seguir financiando proyectos personales ni candidaturas ajenas a nuestra realidad cotidiana”.
La candidata también cuestionó la herencia de cargos dentro del gremio. “El apellido no alcanza para conducir. No se puede asumir un cargo por herencia o por corona. Esa época ya se terminó. El sindicato tiene que volver a ser de los panaderos, no de unos pocos dirigentes”, expresó.
De cara a las elecciones, Thor asegura que su lista es inédita: “Por primera vez la integran exclusivamente panaderos y panaderas de verdad, con años de trabajo en la cuadra y en el mostrador. Queremos participación al 100%, transparencia en las cuentas y respeto al convenio colectivo”.
Con un tono firme, envió un mensaje a los afiliados: “El 24 de septiembre está en sus manos cambiar la historia. No es contra nadie, es a favor del laburante. Se trata de devolverle dignidad al sindicato y terminar con la práctica de usarlo como comité de campaña política”.