Leonor Torres y Melisa Gorosito, vecinas y emprendedoras, llevan varias décadas ofreciendo tratamientos personalizados en su centro de estética. Desde masajes y aparatología de última generación hasta asesoramiento honesto, su sello es la calidez y la atención “sin despachar” a cada cliente.
En el corazón de Wilde, en la casa donde nació, Leonor Torres decidió reabrir su Centro de Estética después del duro golpe que significó la pandemia. Lo hizo junto a Melisa Gorosito, con quien comparte no solo trabajo desde hace casi 20 años, sino también lazos familiares.
La historia comenzó por necesidad, pero también por vocación. “Siempre me gustó y me preparé durante tres años. No fue un curso rápido, sino una formación completa en masajes y faciales”, recuerda Leonor. Tras trabajar en peluquerías y otros centros, decidió emprender para ofrecer un servicio diferente: “Queríamos atender, no despachar”.
Hoy, Estética Leonor combina experiencia y tecnología. Ofrecen masajes descontracturantes, modeladores y reductores; tratamientos faciales como radiofrecuencia, HIFU, dermopigmentación y dermapén; además de aparatología como presoterapia y depilación láser. La atención es totalmente personalizada: cada piel, cuerpo y necesidad recibe un plan adaptado.
El vínculo con los clientes es otro sello distintivo. Muchas familias enteras –madres, hijas, nietos y amigos– llegan por recomendación. “Trabajamos mucho con el boca a boca. Escuchamos, aconsejamos y también sabemos decir que no si algo no es adecuado para la persona”, explica Melisa.
En los últimos años, los hombres se han incorporado con fuerza como clientes. “Primero venían los maridos o novios de nuestras clientas, acompañándolas o animándose a probar algún tratamiento. Hoy ya se hacen manos, uñas, cuidados faciales y de la piel. Les decimos que se animen, porque sentirse bien es para todos”, destaca Leonor.
La demanda varía según la época del año. En septiembre y octubre, con la llegada del calor, aumentan las consultas por tratamientos corporales, mientras que el cuidado facial es constante durante todo el año. También crecen las consultas por tratamientos capilares y depilación láser.
“Nos manejamos con agenda en nuestro local de Paisandú 380, entre Solier y Rivadavia, en Wilde. Atendemos de lunes a viernes de 8 a 20 y los sábados de 9 a 16”, detallan. Además, cuentan con Mercado Pago y tarjetas para facilitar el acceso a sus servicios.
Con 38 años de trayectoria, Estética Leonor no solo ofrece resultados visibles, sino también una experiencia de cuidado integral y humano. Como resume Leonor: “Queremos que cada persona se sienta escuchada, cuidada y orientada para que reciba lo que realmente necesita”.
📍 Dirección: Paisandú 380, Wilde
📱 Instagram: @estetica_leonor