La candidata a primera consejera escolar por Potencia Avellaneda propone corredores seguros, mejor conectividad y una secundaria con salida laboral real. Destaca la figura de María Eugenia Talerico como una referente honesta y valiente en la lucha contra la corrupción.
Vecina de Sarandí, ingeniera civil y docente de apoyo, Daniela Zamar combina la precisión técnica con la vocación educativa. En su paso por La Voz del Vecino, recordó su infancia en Villa Domínico —con calles abiertas, vida de barrio y vecinos solidarios— y contrastó aquella Avellaneda con la actual, donde la inseguridad y la falta de planificación urbana son problemas cotidianos.

Zamar explicó que su formación profesional le dio herramientas para valorar los procesos claros y ordenados: “Tiene que haber protocolos, que las tareas no dependan de un nombre sino de un método”. Esa mirada la lleva a la política con el objetivo de mejorar la gestión educativa y administrativa del distrito.
Propuestas concretas
La candidata de Potencia Avellaneda planteó tres ejes principales para su gestión en el Consejo Escolar:
- Corredores seguros para que alumnos y familias puedan transitar sin riesgo hacia y desde las escuelas.
- Mejora de la conectividad y acceso a tecnología, con énfasis en la transparencia y la protección de datos de los usuarios.
- Secundaria con salida laboral real, articulando con empresas, pasantías y capacitación en oficios y habilidades prácticas para la vida cotidiana.
Además, remarcó la necesidad de “transparentar la administración de recursos” y de abrir el Consejo Escolar a la comunidad: “Hoy pocos vecinos saben dónde queda. Hay que revalorizarlo”.
Respaldo político y liderazgo
Zamar llegó a Potencia a través del Partido Demócrata, integrando un frente que reúne a varios espacios bajo objetivos comunes: libertad individual, eficiencia del Estado y consensos en temas clave como salud y educación pública.
En ese marco, destacó la figura de la candidata a diputada nacional María Eugenia Talerico:
“La veo como una persona transparente y honesta, que decidió dar una pelea contra la corrupción. Me dijo que a veces siente miedo, pero que alguien tiene que dar esta batalla. Es alguien que no se deja corromper, que aportó datos para desarmar estructuras mafiosas y que va siempre al frente”.
Para Zamar, ese respaldo es clave en la campaña: “Nosotros salimos a hablar con los vecinos sabiendo que no tenemos que escondernos de quién es nuestro referente”.
Campaña a pulmón y llamado a participar
Con recursos limitados y enfrentando al aparato oficialista, Potencia Avellaneda recurre a actividades barriales como mateadas, comidas comunitarias y rifas solidarias para financiar su campaña. Zamar también convoca a sumarse como fiscales para garantizar la transparencia electoral: “No ir a votar favorece a quienes ya tienen una estructura armada”.
Mensaje final a los vecinos
“No venimos a romper lo que está, sino a contribuir para que Avellaneda sea una ciudad segura, con educación y salud pública de calidad. Les pido que se involucren y que concurran a votar”, cerró Zamar.