En el Barrio de La Carne, el recuerdo del asesinato de Bastian sigue vivo, pero también el temor diario. A un año del hecho que conmovió a Wilde, la comunidad insiste: el dolor persiste y la inseguridad no cesa, aunque algunos reconocen cambios puntuales en la presencia policial.
A través del programa La Voz del Vecino, los testimonios volvieron a tomar fuerza. El espacio conducido por el periodista local Marcelo Brunwald mantuvo el seguimiento de este caso con sensibilidad y firmeza, en contraste con la cobertura esporádica de los medios nacionales. Fue en este ciclo donde se compartieron los mensajes que dibujan el mapa emocional y social del barrio.
Una herida que no cierra
El 11 de julio de 2024, Bastian Escalante Montoya, de solo 10 años, murió por dos disparos efectuados por un oficial de civil que intentaba frustrar un asalto. El niño volvía en bicicleta del club junto a su madre. Los presuntos ladrones no estaban armados. El juicio por jurado al policía acusado comenzará en septiembre.
La madre de Bastian expresó: “Hoy ya no vivimos. Sobrevivimos el día a día. Nos quitaron lo más preciado.” Y en el barrio, el eco de esa tragedia sigue latente.
Las voces del barrio
Lo que se escucha en La Carne no es una única versión de los hechos, sino una constelación de experiencias cotidianas:
- Una vecina denunció que la inseguridad continúa como antes. “No podemos caminar tranquilos ni ir al almacén sin miedo. A veces los patrulleros descansan en una esquina, sin hacer rondas. Vivimos encerrados.”
- Otro vecino apuntó que “desde que mataron a Bastian hay un patrullero estacionado frente a la sociedad de fomento. Pero ya lo mataron. Ese móvil no devuelve a un hijo.”
- También se oyeron voces que reconocen algunos cambios: “Tres meses después del crimen aparecieron grupos de policías motorizados, de a cuatro. Eso sí bajó los robos. Por primera vez en mucho tiempo se notó una diferencia.”
- Sin embargo, otros insisten en que los robos siguen, y que los motochorros no desaparecieron. “Doblar en una esquina es jugar a que te saquen todo. Salimos sin celular o mirando para atrás.”
Este contrapunto muestra un barrio dividido entre el escepticismo y el alivio parcial, pero unido por la memoria de Bastian y el deseo de justicia.
Medios locales: donde la mirada permanece
Mientras los medios nacionales cubrieron el caso en su inicio y luego se retiraron, los medios locales como el que integra Marcelo sostuvieron el relato y la denuncia. La cobertura no fue solo una tarea informativa, sino también comunitaria. Fue allí donde se leyeron los mensajes de WhatsApp, donde se convocaron las marchas, donde se dio voz a lo que aún no se ha resuelto.