En diálogo con otro medio local, la dirigente Marina Herrero —referente del espacio Potencia Buenos Aires— reivindicó el liderazgo de María Eugenia Talerico a nivel nacional y explicó por qué ese respaldo es clave para construir una alternativa real en Avellaneda. “Talerico no negocia con las mafias ni con los privilegios enquistados. Tiene el coraje que hace falta para cambiar la provincia de verdad”, sostuvo.
Herrero es una de las figuras que impulsa la consolidación de Potencia Buenos Aires en el distrito, un espacio que —según explicó— “nace de la confluencia de dirigentes barriales, profesionales y vecinos autoconvocados que decidimos dejar de quejarnos y empezar a proponer”. En Avellaneda, planean competir con una agenda local clara, enfocada en tres ejes prioritarios:
- Seguridad: Promueven un modelo de prevención comunitaria que articule al Estado con los vecinos.
- Medio ambiente: Plantean mejoras en la gestión de residuos, el mantenimiento del arbolado y el uso de espacios públicos.
- Inclusión social: Proponen la creación de un refugio municipal para personas en situación de calle, una deuda que, afirman, el municipio aún no saldó.
En lo económico, Herrero fue crítica con la gestión nacional: “Yo voté a Milei porque había dos modelos. Pero hoy los comercios venden cada vez menos. La gente no llega a fin de mes. A Milei le importa la macroeconomía, pero se olvidó de la micro. Y así no se puede”.
También apuntó contra la estructura estatal local: “En Avellaneda hay casi 10.000 empleados municipales. Muchos están tercerizados. Nadie discute qué hacen, cuánto cobran o cómo se asignan esos recursos. ¿Quién cuida esa plata?”.
Finalmente, Herrero se refirió al desafío político que representa la apatía ciudadana: “Más del 40% no fue a votar. No es desinterés: es desconfianza. Por eso desde Potencia queremos ofrecer algo distinto. No venimos a prometer todo. Venimos a decir la verdad, con vocación de cambio y con las manos limpias”.