Cada 26 de junio, el mundo se detiene para reflexionar sobre una crisis silenciosa que no hace distinciones de edad, barrio ni clase social: el consumo de drogas y su vínculo directo con el deterioro de la salud física y mental. En el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, médicos, especialistas y organizaciones advierten que ya no se puede seguir minimizando el problema.

El neurocirujano intervencionista Dr. Rolando Cárdenas Sánchez, referente de la Fundación ACV Vida, lo expone con contundencia: “El consumo de marihuana, como de otras drogas, no es inofensivo. Hemos atendido jóvenes con hemorragias cerebrales, infartos, deterioro cognitivo severo. Y muchas veces, esos daños no se reparan nunca”.

Desde su experiencia, el Dr. Cárdenas revela que sustancias que se venden como recreativas hoy vienen modificadas químicamente, combinadas con aditivos peligrosos. “La marihuana ya no es la de los 60. El nivel de toxicidad actual puede desencadenar espasmos cerebrales, hipertensión súbita, cuadros neurológicos complejos e incluso ACV”, afirma.

El ACV —Accidente Cerebrovascular— es una emergencia médica que puede prevenirse. Pero para eso, necesitamos información, contención y acción inmediata. En ese camino, la Fundación ACV Vida ha desarrollado una herramienta concreta: una aplicación gratuita para celulares que, ante síntomas compatibles con un ACV, activa un protocolo de emergencia con un solo botón. Esta App, disponible para Android e iOS, permite ubicar los centros de salud más cercanos y contactar rápidamente a familiares.

Se puede conocer más ingresando al sitio oficial: www.acvvida.org.

Pero el problema no empieza en la sala de guardia. Empieza antes. En la casa. En la infancia. “Los niños deben ser cuidados, amados, contenidos con afecto y con ejemplo. Padres y madres ausentes o disfuncionales generan vacíos emocionales que muchas veces son ocupados por la droga”, alerta Cárdenas. Y agrega: “En la adolescencia es cuando más necesitan guía, escucha, límites con cariño. Porque si no están los afectos, aparecen los oportunistas”.

Cuando una madre consume durante el embarazo, el daño al feto es directo. “La sangre que alimenta al bebé lleva también la sustancia, y eso puede marcar al recién nacido de por vida”. Por eso, la prevención no empieza en el umbral del consumo: empieza en el entorno, en la educación emocional, en la familia y en la sociedad.

Este 26 de junio no debe ser un ritual vacío. Es hora de hablar con firmeza. La droga enferma. La droga mata. Y sobre todo, la droga deja secuelas que podrían evitarse con amor, presencia y verdad.

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