Fumata negra en el Vaticano: tras más de tres horas de cónclave, no hubo acuerdo para la elección del nuevo PapaFumata negra en el Vaticano: tras más de tres horas de cónclave, no hubo acuerdo para la elección del nuevo Papa

En la Capilla Sixtina, 133 cardenales menores de 80 años ya iniciaron el cónclave que definirá quién será el nuevo Papa. En la primera votación no hubo consenso.

Este miércoles comenzó oficialmente el cónclave en el Vaticano para elegir al nuevo papa, sucesor de Francisco, quien falleció el pasado fin de semana tras un pontificado de 12 años. Los 133 cardenales con derecho a voto se reunieron en la emblemática Capilla Sixtina, donde se llevó a cabo la votación secreta para determinar quién ocupará el trono de San Pedro y liderará a los 1.400 millones de católicos del mundo.

En la primera votación para la elección del nuevo Papa no se alcanzó la mayoría de dos tercios para elegir al reemplazante de Francisco. Tras tres horas y quince minutos, la fumata negra salió por la chimenea para anunciar que aún no hay consenso.

En vida, el papa Francisco nombró al 80% de los cardenales participantes, lo que podría inclinar la balanza hacia un perfil reformista, aunque los sectores más conservadores también buscarán tener peso en la definición.

Las primeras imágenes desde el Vaticano mostraron la solemne procesión de los purpurados hacia la Capilla Sixtina, tras una misa en la Capilla Paulina. Una vez dentro, comenzaron las oraciones iniciales, encabezadas por el cardenal italiano Pietro Parolin, quien dirigió la invocación al Espíritu Santo con el tradicional “Veni, Creator Spiritus”.

La votación por el sucesor de Francisco se realiza bajo estricto secreto. Cada vez que no se alcanza el consenso necesario, se realiza una nueva votación y se queman las papeletas. El mundo entero seguirá con atención las señales de humo que salgan de la chimenea de la Capilla Sixtina: blanco, si hay nuevo Papa; negro, si no se alcanzó la mayoría.

Mientras tanto, en la Plaza San Pedro y en las redes sociales crece la expectativa por conocer el nombre del nuevo líder espiritual. Desde Juan y Gregorio hasta Benedicto y Clemente, los papas han elegido nombres con fuerte carga simbólica. El último pontífice, Jorge Bergoglio, rompió esa tradición al adoptar el nombre de Francisco, inspirado en el santo de Asís y en su compromiso con los pobres.

La Iglesia católica atraviesa un momento decisivo. Tras la muerte de Francisco, se abre una etapa que podría continuar su legado de reformas o bien marcar un giro hacia posturas más tradicionales. El resultado del cónclave no solo tendrá impacto religioso, sino también político y social a nivel global.

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