Con un contundente 4-0, el equipo de Julio Vaccari reafirmó su buen momento y se mantiene como líder de la Zona B.
Tras el empate en el Clásico de Avellaneda, el Rojo quería retomar a los triunfos, en busca de levantarse anímicamente. Del otro lado tenía a un Tomba que no venía muy bien en el torneo y llegaba con algunos problemas internos en el plantel, por lo que debía volver a imponerse en condición de local.
El partido ya comenzó positivo para el Rey de Copas. Al primer minuto de juego, Santiago Montiel lanzó un centro, Gabriel Ávalos la peinó con la cabeza, Felipe Loyola le pegó y, con un poco de fortuna en la definición, la pelota se estrelló en el palo y fue adentro, para abrir la cuenta en el amanecer del encuentro.
El equipo de Julio Vaccari quería estirar la ventaja rápidamente, luego de haber golpeado primero. Ahora tuvo la chance Ávalos mano a mano, pero Franco Petroli le contuvo el grito de gol. Hasta que, a los 17 minutos, Loyola le pegó de primera, tras un rebote, desde muy lejos y clavó un golazo para estirar la ventaja merecidamente.
Pero la fiesta no terminó acá. A los 24 minutos, luego de una jugada preparada, Luciano Cabral lanzó un centro pasado que tomó Álvaro Angulo de primera desde el otro lado, remató, se desvió en Lucas Arce y llegó el tercero. Lamentablemente, el tanto se lo dieron en contra al defensor del Expreso.
Luego, a los 34 minutos, Loyola lanzó un centro que le cayó a Montiel, quien remató, tapó Petroli y el rebote lo tomó Ávalos para poner el 4 a 0. El conjunto mendocino estaba sin reacción ante tantos cachetazos consecutivos.
Sin embargo, en el complemento, Independiente bajó drásticamente la intensidad y Godoy Cruz fue con todo a anotar el descuento. De todas formas, en momentos de desconciertos del Tomba, el Rojo tuvo oportunidades, como la definición de Santiago Hidalgo que justó tapó Petroli.
La única interesante que tuvo la visita fue un disparo de Luca Martínez Dupuy que pasó cerca del travesaño. Pese a las constantes aproximaciones, el Expreso no tuvo más jugadas claras para anotar.
En el tramo final, el Rey de Copas ya tenía todo bajo control y sólo se dedicó a jugar a los toques, aunque sí tuvo aproximaciones, pero sin tanta contundencia. Sólo esperaba el pitazo final para festejar una nueva victoria.
Independiente ganó, gustó y goleó, tal como le gusta a los hinchas. Si bien se especulaba una goleada más abultada, luego de lo que fue la primera mitad, al bajar la intensidad en la segunda parte, finalmente todo quedó igual y la gente se fue igual muy conforme con lo que fue el partido. No hubo muchas complicaciones y el equipo volvió a demostrar un gran juego asociado.
El próximo rival será Nacional Potosí en Bolivia, el martes a las 19:00, en el marco del debut en la Copa Sudamericana. Luego tendrá que enfrentarse a Lanús el domingo a las 15:30 en La Fortaleza, en busca de mantenerse como líder de la Zona B.