María Ducoms ha presentado más de 400 denuncias contra organismos de medio ambiente, desde la municipalidad hasta la Corte Suprema, pasando por la provincia y el polémico ACUMAR, pero la contaminación en Villa Inflamable sigue sin resolverse.
Un tramo del Arroyo Sarandí se tiñó de rojo debido a la contaminación del agua, lo que generó la sorpresa de los vecinos que residen en la zona. Esta situación, que también se ha producido en días anteriores, se debe a desechos químicos, particularmente anilina roja.

María Ducoms, una vecina comprometida con la causa ambiental, nos cuenta: “Mi marido salió de nuestra casa y me dijo que estaba todo rojo. Si bien es rojo, otras veces fue amarillo, con un olor ácido que nos hace mal hasta en la garganta. Vivo a una cuadra del arroyo. Hoy, olor no tiene. No hay muchas fábricas en la zona, aunque sí depósitos”.
La alteración en el color del agua podría estar relacionada con el vertido de desechos industriales provenientes de empresas que operan en las inmediaciones. “Parece que las curtiembres siguen haciendo de las suyas”, comentaron algunos de los vecinos, quienes se mostraron preocupados.
El arroyo Sarandí, cuyo cauce está entubado en un 80% y desemboca en el Río de la Plata, ha sido históricamente un receptor de residuos industriales. La falta de controles efectivos ha permitido que se convierta en un foco de contaminación que afecta a la comunidad y al ecosistema local.
María Ducoms y la Asociación de Vecinos de Villa Inflamable han denunciado repetidamente la degradación ambiental del arroyo y otras empresas como TRI ECO SA, pero las autoridades no han tomado medidas efectivas. A pesar de las reiteradas quejas, la situación sigue sin resolverse.
“La contaminación es insoportable, nos está matando. Queremos aire puro para nuestros pulmones, no más veneno. ¿Dónde están ACUMAR y el Ministerio de Ambiente cuando los necesitamos?”, reclama María.
Los vecinos exigen respuestas concretas y acciones inmediatas de las autoridades municipales y provinciales para detener la contaminación. Piden controles estrictos sobre las industrias de la zona y sanciones para aquellas que incumplan las normativas ambientales. Además, solicitan un plan integral de saneamiento para evitar que el arroyo siga siendo utilizado como un desagüe de residuos tóxicos.