El ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, sostuvo que las medidas de Javier Milei “sólo buscan provocar, generar odio y resentimiento”.
El anuncio del portavoz presidencial, Manuel Adorni, sobre una reforma migratoria que incluye el cobro de servicios de salud y educación superior para extranjeros no residentes, generó un rápido rechazo desde la Provincia de Buenos Aires. Nicolás Kreplak, ministro de Salud bonaerense, afirmó que no se aplicará esta medida en el territorio provincial. “Sólo buscan provocar, generar odio y resentimiento”, afirmó, asegurando que la atención la seguirá siendo gratuita en Buenos Aires.
En un posteo en X, Kreplak criticó duramente al Ejecutivo nacional. “Las ‘medidas’ que anuncia el gobierno nacional carecen de conocimiento del funcionamiento del sistema. La salud de la gente es un tema serio”, expresó. Además, el ministro subrayó que los extranjeros representan un impacto mínimo en el sistema sanitario bonaerense: sólo el 0,2% de las consultas y el 0,8% de las internaciones corresponden a no residentes, según datos de 2023
Por su parte, Adorni defendió la medida como un intento de ordenar el sistema migratorio y aseguró que ya se obtuvieron resultados positivos en provincias como Salta, donde, según él, el cobro por atención médica redujo en un 95% las consultas de extranjeros y generó un ahorro de 60 millones de pesos. También planteó la necesidad de avanzar hacia un sistema más restrictivo, incluyendo la incorporación de delitos que justifican la expulsión de inmigrantes.
La propuesta también afecta a la educación superior. Adorni indicó que se buscará que las universidades nacionales puedan cobrar aranceles a estudiantes extranjeros no residentes, lo que representaría una fuente de financiamiento adicional. Según el vocero, “uno de cada tres estudiantes de Medicina es extranjero”, lo que, en su visión, amerita un cambio en las políticas actuales.
Finalmente, la reforma migratoria incluye medidas más amplias, como penalizar la falsificación de documentos y facilitar la expulsión de inmigrantes que cometan delitos o representan una amenaza al sistema democrático. “El residente argentino debe estar por encima de los no residentes”, concluyó Adorni.