Un estudio reciente muestra que los adolescentes argentinos eligen aplicaciones digitales como su forma principal de pago, dejando en segundo plano el uso del efectivo.
En los últimos años, las billeteras virtuales han transformado el panorama financiero en Argentina, logrando una rápida adopción entre los adolescentes.
Un relevamiento de la ONG Junior Achievement junto al CEPE y BBVA muestra que el 89% de los jóvenes de entre 14 y 19 años tiene una cuenta en una billetera digital, marcando un crecimiento significativo frente al 51% registrado en 2022.
El acceso a estas herramientas financieras redujo drásticamente la exclusión en todos los niveles socioeconómicos, con solo el 9% de los jóvenes sin acceso a medios de pago digitales, frente al 41% de hace dos años. Además, el uso de estas aplicaciones de pago alcanza al 90% entre los jóvenes mayores de 16 años.
El lado menos visible de las billeteras digitales
Sin embargo, el impacto de estas plataformas no es exclusivamente positivo. Según un informe de la Fundación M/Padres y Santander, el 21% de los adolescentes asocia las billeteras virtuales con una mayor facilidad para participar en apuestas online, cifra que asciende al 32% entre los mayores de 18 años.
A pesar de este desafío, las billeteras digitales también abren la puerta a otros instrumentos financieros. Los adolescentes que las utilizan tienen el doble de posibilidades de acceder a tarjetas de débito o crédito, lo que representa un avance en términos de acceso a herramientas económicas formales.
Según el estudio, el 89% de los adolescentes de entre 14 y 19 años tiene una cuenta en una billetera digital, mostrando un fuerte crecimiento frente al 51% registrado en 2022.

Educación financiera: la gran deuda pendiente
Aunque el acceso a medios de pago digitales se ha masificado, la educación financiera sigue siendo un desafío. El 70% de los jóvenes encuestados manifestó interés en aprender a gestionar mejor su dinero, reconociendo que aún hay margen de mejora en sus hábitos financieros.
Por género, las percepciones sobre la gestión del dinero varían significativamente. Mientras que el 37% de los varones se siente confiado en su manejo financiero, solo el 21% de las mujeres comparte esa seguridad. Sin embargo, los datos revelan que muchas mujeres subestiman su conocimiento, mientras que una proporción similar de hombres lo sobreestima.
El rol de la escuela es crucial en este contexto. Ocho de cada diez adolescentes consideran que la educación financiera debería ser una asignatura prioritaria. Además, un 90% estaría dispuesto a recibir contenidos educativos en horario escolar o en espacios extracurriculares.
El 50% de los adolescentes usa las billeteras virtuales como su principal medio de pago, mientras que el efectivo sigue liderando entre los sectores más vulnerables.

En cuanto al ahorro, casi el 80% de los adolescentes expresó su deseo de guardar dinero, pero solo el 49% logró hacerlo de manera sostenida. Este comportamiento es más común entre los varones (57%) que entre las mujeres (42%).
Por otro lado, el hábito del consumo reflexivo ha crecido entre los adolescentes. En dos años, pasó del 38% al 45% el porcentaje de jóvenes que piensan antes de realizar una compra, una conducta que podría estar influenciada por el contexto inflacionario del país.