Cinco infaltables en tu rutina de belleza

Una piel apagada, es decir, sin brillo, puede deberse a múltiples factores, siendo uno de los más frecuentes la acumulación de células muertas que no se retiran conforme el rostro se va renovando. La falta de hidratación es otra causa muy común para un cutis carente de luminosidad. Otra posibilidad es que no se esté llevando a cabo una rutina de limpieza y desmaquillado adecuada, provocando la obstrucción de los poros e impidiéndoles así respirar.

El estrés, la falta de sueño que provoca cansancio o unos hábitos de alimentación desaconsejables también ejercen un impacto negativo sobre la salud y la apariencia del rostro. No obstante, todos estos efectos consiguen paliarse con la ayuda de determinados productos que le devolverán a tu piel su luminosidad.

El primer producto que supondrá un cambio es un limpiador adecuado a tus necesidades. Los hay en diferentes formatos y aptos para cada rostro, incluyendo sensibles o con tendencia al acné. Lo recomendable es usarlos como primer paso en la rutina de mañana y noche de cuidado facial. Una piel limpia, sin exceso de grasa, tendrá un aspecto más radiante.

Luego está el exfoliante, un cosmético de uso puntual, para no irritar la piel. La clave está en elegir el producto más adecuado y usarlo con la frecuencia correcta, sin abusar. Así se retiran las células muertas que se acumulan con la renovación de la piel, impurezas e imperfecciones, como puntos negros.

Respecto al tónico, equilibra el pH del cutis para evitar la pérdida de humedad y lo prepara para recibir los productos faciales posteriores, aumentando su eficacia. Los hay para todo tipo de pieles, desde las más grasas hasta las sensibles y reactivas. Según su formulación, ayuda a cerrar el poro dilatado, unifica el tono, aumenta la luminosidad y promueve la mejora del acné. También colabora a mejorar problemas cutáneos como la rosácea o la dermatitis atópica.

Tu cara también se verá beneficiada con un aporte extra de nutrición; ahí entran en juego los sérums, cuyo principal papel es suministrar un extra de vitaminas y nutrientes. Existen diferentes fórmulas que cumplen con los requisitos individuales. Por ejemplo, muchos contienen vitamina C o E, dos esenciales para el brillo del rostro. Sobre la primera de ellas, tiene un efecto despigmentante que inhibe la tirosinasa, enzima necesaria para la síntesis de melanina, unificando el tono y devolviendo la luminosidad.

Uno de los pasos más importantes es una adecuada hidratación. La crema hidratante es el básico imprescindible del cuidado facial, podrás encontrarlas con efecto reparador, específicas para piel grasa o capaces de cubrir las necesidades particulares del cutis seco. En cualquier caso, resulta clave para una piel luminosa.

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