Roberto Bosch dejará su cargo en Europa luego de tensiones internas y Pablo Piñeiro Aramburu hará lo mismo en Estados Unidos tras una polémica fiesta de Halloween.

El gobierno de Javier Milei avanza con cambios en el cuerpo diplomático argentino. En los últimos días, se confirma que Roberto Bosch dejará su cargo como embajador en España y que Pablo Piñeiro Aramburu será trasladado a Buenos Aires tras su breve gestión como cónsul general en Nueva York. Ambos desplazamientos forman parte de la reestructuración impulsada por el nuevo canciller Gerardo Werthein tras la salida de Diana Mondino.

Bosch, un diplomático de carrera que había sido promovido por Mondino durante su breve paso por el Ministerio de Relaciones Exteriores, enfrentó tensiones en Madrid. Su ascenso, que lo posicionó como jefe de la embajada, no fue bien recibido por el gobierno español, ya enfrentado con Milei. Además, Bosch tuvo conflictos internos con Alejandro Nimo, agregado comercial cercano a Sergio Massa, quien mantuvo buenos lazos con empresarios españoles.

La embajada en España es clave por los profundos vínculos económicos y sociales entre ambos países, lo que convierte el puesto en un espacio político estratégico. Aún no se definió al reemplazante de Bosch, pero se especula que podría ser un empresario, similar a lo que ocurrió con Alejandro Oxenford en Washington.

En el caso de Pablo Piñeiro Aramburu, su salida del consulado en Nueva York está vinculada a un episodio polémico. Según fuentes de la Casa Rosada, el evento de Halloween organizado por el consulado el 31 de octubre fue mal visto por el Gobierno en un contexto de ajuste presupuestario. A pesar de ser un diplomático respetado, este incidente habría precipitado su desplazamiento.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

59 − 55 =