El goleador y campeón de la Copa Sudamericana recordó su pasado como preso, a pesar de ser inocente, y contó la cruda realidad carcelaria.

En la definición de guerrero tranquilamente podría aparecer el nombre de Adrián Martínez. El actual goleador y campeón de la Copa Sudamericana con Racing Club no solamente luchó desde abajo en lo futbolístico hasta llegar a los primeros planos si no también que sufrió una gran injusticia a nivel personal donde terminó preso durante 7 meses, a pesar de que era inocente.

Maravilla tuvo una entrevista con el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura donde dio detalles de lo que fue esa estadía y el supuesto incidente por el que fue declarado culpable, aunque luego salió por falta de pruebas. Sobre el incidente en sí, el delantero dijo: “Yo caigo preso por un incendio en una casa. Yo realmente no le prendí fuego la casa. Como la causa estaba medio armada, me pusieron ‘incentivación de incendio’ como que yo incentivé a todas las personas a prenderla. También, me agregaron ‘robo agravado, secuestro y uso de armas de guerra’”.

Además amplió comentando otras cuestiones de la causa: “Yo presenté 40 testigos. Ellos tenían dos testigos que eran las dos nueras. Una de ellas dijo que me vio como yo lo ataba al suegro y le apuntaba con una 45. Mintieron y quedaron como falso testimonio“.

Luego Martínez hizo enfásis en como fue la estadía, revelando algunos datos crudos que se viven en el día a día carcelario: “Yo salí libre, sin culpa, por eso. Pero comí un proceso de 7 meses. Estuve 90 días en Buzones, que es tipo castigo. Eran veintipico de celdas y siete colchones. Los otros dormíamos en chapa. Sabés con el dolor que te levantabas, en la espalda y los pulmones“.

También el atacante con pasado en Instituto, reveló la importancia de las visitas y el deporte: “Si no tenés visitas, no tenés para comer. Te dan un solo pancito a la mañana, sin levadura. Siempre dicen que se les paga mucha plata a los presos y yo nunca recibí nada. Es muy importante hacer algún deporte, no se te pasan más los días ahí“.

Sin embargo la actual figura de la Academia encontró otra forma de pasar el momento y en cambiar su futuro: “Es fundamental poner a Dios en la vida, una vez que nos inculcamos a Dios en nuestra familia, cambiamos por completo. Tuve la posibilidad de jugar a la pelota y comiendo de esto. No es que Dios te va a cambiar la vida, pero sí te va a dar paz que antes capaz no tenías“.

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