Cómo afrontar estos procesos cuidando tu salud física y mental
Los cambios importantes que se pueden presentar plantean en algunas ocasiones un riesgo para el equilibrio personal y requiere tomar acción para gestionar la ansiedad y el estrés ante dicho cambio, especialmente cuando se trata de eventos difíciles.
El miedo e incertidumbre que genera el sistema emocional al enfrentarse a los cambios puede llevar a un punto de ansiedad que se manifiesta en síntomas físicos, cognitivos y conductuales, afectando la salud y el bienestar. Por ello es necesario aprender a gestionar los desafíos, para controlar la forma en que se responde a las circunstancias, y contar con herramientas para ayudar a calmar la mente y el cuerpo.
Tres formas de gestionar la ansiedad y encontrar el equilibrio durante los cambios importantes:
Aceptar el cambio y reconocer los sentimientos
Es necesario entender que un cambio no representa en automático un acontecimiento negativo, y aunque en ocasiones puede tratarse de circunstancias dolorosas, hay que darle tiempo a la mente para aceptar la idea de lo que está ocurriendo y reconocer los sentimientos que provocan lo inesperado o incluso lo planeado, pero que es algo nuevo. Saber cómo gestionar la ansiedad será clave para enfocar estas situaciones.
Algunas formas útiles de reconocer los sentimientos son mediante el diálogo y la escritura. La estrategia de conversar con otra persona puede ayudar a abordar el momento de estrés a corto plazo para evitar un estado de ansiedad porque encontrarás tiempo para procesar el cambio durante ese diálogo.
Por otro lado, escribir lo que causa preocupación hace poner en perspectiva la situación; preguntarse a qué se teme con ese cambio, o cuál es el peor escenario para que alguno de los temores suceda, es una buena forma de reducir la ansiedad, porque al momento de escribir estarás desarrollando un diálogo interno más constructivo, ya que las respuestas a tus preguntas plasmadas en papel suelen ser más positivas de lo que inicialmente se lleva a la mente.
Darse un espacio mental para hacer otras actividades
Las actividades de ocio son importantes a la hora de gestionar la ansiedad y relajar la mente. Tomarse un descanso del proceso de cambio mediante pasatiempos, puede conducir a un momento de atención plena que cambiará radicalmente la percepción.
Hacer uso de la creatividad, practicar actividades de disfrute en la naturaleza, hacer ejercicio, pasar tiempo con amigos haciendo alguna actividad preferida. Hacer listas con ilustraciones creativas o listas de agradecimiento te llevarán a replantear tu pensamiento y llevarlo a un estado más controlado de la realidad para evitar la ansiedad.
Atender de forma regular la salud y el bienestar emocional
Ya sea desde mantener una dieta nutritiva y saludable que ayude a mantener en equilibrio el mecanismo mental y emocional, y disminuir las hormonas del estrés provocando un estado de bienestar constante; o recurrir al contacto físico como los abrazos para mantener un equilibrio emocional gracias, por ejemplo, a la oxitocina que reduce la hormona del estrés y otorga esa sensación de bienestar y seguridad; es importante hacerse cargo de la salud en todos los aspectos de manera regular.
Esto será la mejor defensa para afrontar la ansiedad en algún momento de cambio. Por ello es importante evaluar la salud mental y revisar los estados de ánimo para determinar si hay momentos en que el cuerpo se ve afectado de manera drástica por sucesos que provocan estrés o ansiedad.
El cuerpo puede comunicar angustia emocional a través de síntomas somáticos, como dolores de cabeza, problemas estomacales; fatiga crónica, tensión o debilidad muscular e insomnio provocados por la ansiedad, el estrés o la depresión.