El empresario australiano podría ser fundamental en el plan del presidente electo para reducir el tamaño del Estado y fomentar la desregulación económica.

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, comenzó a conformar su futuro gabinete, principalmente compuesto por figuras leales y alineadas con sus ideas, a diferencia del equipo de su primera administración. La primera designación fue Susie Wiles como jefa de gabinete. Wiles, quien trabajócasi toda su carrera en Florida, se convertirá en la primera mujer en ocupar este puesto clave en el gobierno federal.

Uno de los elementos más destacados es el papel que jugará Elon Musk, quien se perfila como una figura fundamental en el plan de Trump para reducir el tamaño del Estado y fomentar la desregulación económica. Musk participó en una reciente conversación entre Trump y el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, en la que afirmó su intención de seguir apoyando a Ucrania con Starlink, su empresa de internet satelital.

En cuanto a las relaciones exteriores, el cargo de secretario de Estado está siendo considerado clave, especialmente ante los conflictos en Ucrania y Medio Oriente. El nombre que más resuena para este puesto es el de Richard “Ric” Grenell, quien fue embajador en Alemania y dirigió la Inteligencia Nacional durante el primer mandato de Trump. Otros posibles candidatos incluyen al senador Bill Hagerty y al ex asesor de seguridad nacional, Robert O’Brien, aunque la elección final sigue pendiente.

Otra figura controvertida que podría integrarse al gabinete es Robert F. Kennedy Jr., quien, tras retirar su candidatura presidencial, respaldó a Trump y se menciona como posible secretario de Salud. Kennedy, conocido por sus posturas antivacunas, podría revisar la Ley de Cuidado de Salud Asequible, más conocida como Obamacare, una medida que brindó seguro médico a millones de estadounidenses.

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