Las primeras proyecciones dan un 44% de votos para el opositor del Frente Amplio y un 27% para el candidato oficialista.
Con el cierre de las mesas electorales en Uruguay a las 19.30, la jornada electoral culminó con una notable concurrencia ciudadana.
Según los datos oficiales de la Corte Electoral, el 83% del padrón habilitado, de los 2,7 millones de votantes, ya había emitido su voto poco antes del cierre, superando los dos millones de sufragios en este día clave para definir el futuro político del país.
Los uruguayos acudieron a las urnas no solo para elegir al próximo presidente y a los legisladores que integrarán el Parlamento entre 2025 y 2030, sino también para pronunciarse sobre dos plebiscitos que marcarán la agenda pública. En esta instancia inicial, participaron once fuerzas políticas en la contienda presidencial, destacándose el Frente Amplio con su candidato Yamandú Orsi, el Partido Nacional con Álvaro Delgado, el Partido Colorado encabezado por Andrés Ojeda, y otras agrupaciones, como Cabildo Abierto con Guido Manini Ríos y el Partido Independiente, liderado por Pablo Mieres.
Cerraron los comicios
Las mesas de votación en Uruguay cerraron a las 19:30 horas, y el conteo de votos comenzó para definir el próximo presidente del país para el período 2025-2030.
Aunque algunos centros de votación extendieron su horario hasta que todos los ciudadanos presentes pudieran emitir su voto, la mayoría de los resultados comenzarán a conocerse en las próximas horas.
La expectativa es elevada, y los primeros sondeos indican una posible segunda vuelta entre Yamandú Orsi, candidato del Frente Amplio (izquierda), y Álvaro Delgado, del oficialista Partido Nacional (centroderecha), quien cuenta con el respaldo del actual presidente, Luis Lacalle Pou.
La jornada electoral incluyó también la renovación completa del Parlamento, con 30 senadores y 99 diputados en juego. Alrededor de 2,7 millones de uruguayos estaban habilitados para votar en estas elecciones generales, que no solo definirán la presidencia sino también la composición legislativa, fundamental para la futura gobernabilidad del próximo mandatario. Según la Corte Electoral, la participación alcanzó el 89% de los electores habilitados, reflejando un alto compromiso ciudadano en estas elecciones.
Delgado, que se presenta como el “delfín” de Lacalle Pou, busca continuar con la línea de gobierno del Partido Nacional, que ha liderado en coalición junto al Partido Colorado y otras fuerzas políticas menores, como Cabildo Abierto y el Partido Independiente. El tercer candidato en la disputa es Andrés Ojeda, del Partido Colorado, quien también pertenece a la coalición oficialista pero no se espera que supere a los dos principales contendientes en esta primera vuelta.
Además de las candidaturas presidenciales y parlamentarias, los uruguayos también votaron en dos plebiscitos clave. El primero se refiere a una reforma en la edad jubilatoria, promovida por la central sindical PIT-CNT, y el segundo busca modificar la Constitución para permitir allanamientos nocturnos, una medida que ha generado intensos debates en la sociedad uruguaya. Estos plebiscitos abordan cuestiones de gran importancia social y de seguridad y han captado la atención de los electores.
Una elección tranquila y sin incidentes
Durante la jornada, que se desarrolló sin incidentes, el presidente Luis Lacalle Pou emitió su voto en su circuito en Canelones y expresó su deseo de una “transición ordenada y abierta” con el próximo gobierno, sea quien sea el elegido. Lacalle Pou declaró que los protagonistas de este día son los candidatos, reconociendo que el proceso marca el comienzo de un cambio en el liderazgo del país.
Los resultados preliminares serán determinantes para confirmar si habrá balotaje. En caso de confirmarse, la segunda vuelta se realizará el 24 de noviembre, dando a los uruguayos otra oportunidad de decidir entre los dos candidatos mejor posicionados para dirigir el país en los próximos cinco años. La conformación del Parlamento, que se define en esta elección, también jugará un rol esencial, ya que brindará un indicio sobre la estabilidad política del próximo gobierno y su capacidad para implementar reformas y políticas que logren consensos en una Cámara legislativa que estará completamente renovada.
Estas elecciones marcan un momento decisivo para Uruguay, con la posibilidad de un cambio de rumbo hacia la izquierda pragmática de Orsi o una reafirmación del modelo de centroderecha del actual gobierno. La atención se centra ahora en el resultado final, que revelará si Uruguay se dirige a una segunda vuelta y cómo quedará configurado el escenario político para los próximos años.