Según el último informe de la UIA la actividad productiva sigue en picada, producto de la fuerte recesión y la baja en el consumo, sobre todo del sector de la construcción.
A pesar de las últimas declaraciones del ministro de Economía, Luis Caputo, sobre una recuperación a nivel productivo, el sector industria sigue mostrando una abrupta caída en los últimos meses. Para agosto el índice mostró una baja del 7,4%.
Según el último informe presentado por la Unión Industrial Argentina (UIA), el sector manufacturero tuvo en agosto una caída del 7,4% respecto del mismo mes del año pasado, y también registró una contracción frente al dato de julio, que fue del 0,9% a la baja.
El relevamiento de la entidad productiva muestra que en lo que va del 2024, la actividad mostró una caída del 12,1%. Como consecuencia de la fuerte recesión que atraviesa la Argentina y la caída del consumo. Sobre todo en el sector de la construcción que repercute directamente en la industria.
“El sector industrial argentino se ve afectado por varios factores que limitan su competitividad. Un estudio comparativo destaca que el país se encuentra entre los menos competitivos de la región debido a asimetrías en infraestructura, energía, conectividad, logística, presión tributaria, bajo financiamiento y aumento de costos en dólares. Estos problemas estructurales han llevado a una pérdida de empleos y una competencia desleal frente a la importación de bienes terminados”, indica el informe del Centro de Estudios Económicos (CEU) de la UIA.
La entidad analiza que los despachos de cemento cayeron un 18,3% interanual, mientras que el sector automotor experimentó una disminución del 12,6%. El consumo de energía eléctrica por parte de grandes usuarios industriales también se redujo un 7,7%. Por otro lado, los patentamientos de maquinaria agrícola, que habían mostrado un buen comportamiento en agosto, volvieron a caer un 6% interanual.
Por su parte, el sector de alimentos y bebidas presentó un crecimiento del 2,1% en agosto, impulsado por un aumento significativo en la producción de aceites, que creció un 42,9%. Sin embargo, sin considerar este rubro, el sector habría experimentado una caída del 3,7%. Este comportamiento se enmarca en un contexto de disminución generalizada en otros sectores industriales.