Los colaboradores tuvieron que sacar el agua acumulada a la antigua con secadores. El match programado para las 18.00 arrancó media hora más tarde.

A minutos de que se juegue el encuentro entre Venezuela y Argentina por la Fecha 9 de las Eliminatorias Sudamericanas, el Estadio Monumental Maturín que alberga dicho enfrentamiento se encontraba con varios charcos de agua en diferentes puntos del campo de juego debido a las intensas lluvias que cayeron en esa parte del Estado de Monagas.

Con un drenaje que no parece haber sido el mejor, el partido estuvo demorado durante media hora.

Tanto en la mitad de cancha como en las áreas, hay una buena cantidad de agua acumulada que claramente podría cambiar el rumbo del juego para los dos equipos por la imposibilidad de jugar con comodidad en esos espacios y que tranquilamente pueden causar errores que luego se paguen caro. La tormenta que azotó a la ciudad de Maturín en las últimas horas terminó perjudicando el verde césped.

La lluvia había bajado en las últimas horas pero se necesitó una ayuda extra de trabajadores con trapeadores que estuvieron sacando el agua durante dos horas. Sin embargo, la decisión que tomó la CONMEBOL y por lo tanto el arbitraje fue que el pitazo inicial se demore media hora para continuar sacando agua y que el partido inicie como sea a pesar de que las condiciones claramente no estaban dadas.

Luego del calentamiento previo para los futbolistas, las quejas se incrementaron por parte de la Selección Argentina donde tanto el cuerpo técnico como los jugadores comenzaron intensas charlas con los árbitros y los encargados del ente sudamericano afirmando que el campo de juego no estaba apto para jugar un partido de dicha magnitud como es una fecha de las Eliminatorias Sudamericanas.

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