En un enérgico discurso ante el Parlamento, el primer ministro británico destacó que la soberanía sobre las islas es una cuestión personal para él debido a la historia de su familia.
El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, realizó declaraciones contundentes sobre la soberanía británica en las Islas Malvinas durante una sesión de control en la Cámara de los Comunes. Ante los cuestionamientos de diputados conservadores, el funcionario inglés aseguró que las islas “son británicas y seguirán siendo británicas”, calificando la cuestión como algo “personal” debido a que su propio tío participó en la guerra de 1982.
Las declaraciones de Starmer surgieron en medio de una polémica relacionada con la decisión del Reino Unido de ceder la soberanía de las Islas Chagos a Mauricio, luego de años de reclamos y fallos internacionales en contra de la ocupación británica. Algunos legisladores conservadores han manifestado su preocupación por la posibilidad de que este precedente alimente el reclamo histórico de Argentina sobre las Malvinas.
Starmer, en su discurso, resaltó que su familia está vinculada a la historia de las Malvinas, ya que su tío casi pierde la vida durante el conflicto bélico al ser atacado su barco mientras defendía las islas. “Para mí, esto es personal. No se trata solo de una cuestión diplomática; son británicas y lo seguirán siendo”, afirmó con firmeza el líder laborista.
Por su parte, la canciller argentina, Diana Mondino, se refirió al reciente acuerdo entre el Reino Unido y Mauricio como un precedente positivo para la Argentina, en su histórico reclamo de soberanía sobre las Malvinas. “Estamos viendo un paso en la dirección correcta para terminar con prácticas coloniales obsoletas”, expresó Mondino en un comunicado oficial.
Mondino subrayó que, si bien la situación de las Islas Chagos y las Malvinas son diferentes en términos históricos y legales, el reconocimiento de Mauricio por parte de Gran Bretaña demuestra que el camino del diálogo y la resolución de conflictos territoriales es posible. “Las Malvinas fueron, son y serán argentinas”, enfatizó la canciller en sus redes sociales.
La vicepresidenta argentina, Victoria Villarruel, expresó su preocupación por los avances en las negociaciones con el Reino Unido, argumentando que la conectividad podría poner en riesgo la soberanía argentina sobre las islas. Villarruel se manifestó en contra de la reanudación de los vuelos y criticó los acuerdos como “peligrosos para los intereses argentinos”.
Mientras tanto, el gobierno argentino mantiene su postura firme en el reclamo por las Malvinas, buscando que los avances diplomáticos y de cooperación internacional demuestren que es posible recuperar la soberanía de forma pacífica y sustentada en el derecho internacional.