Tim Howard entiende que no todos los equipos pueden imitar su filosofía: “Ha enseñado a todo el mundo que puede jugar un fútbol de posición, y no puede”.
Pep Guardiola está señalado como uno de los mejores entrenadores del mundo y de la historia, por eso sorprende cuando se cuela alguna crítica para el actual técnico del Manchester City. El futbolista que se mostró en contra de la filosofía del español fue el ex arquero estadounidense, Tim Howard.
Howard aseguró que el actual problema -si es que lo hay- del fútbol mundial es el estilo basado en la posición de la pelota que estableció Guardiola con sus triunfos en Barcelona, Bayern Múnich y City. Para Howard solo un puñado de equipos pueden tener éxito y los demás equipos que imitan a sus equipos sin tener los recursos necesarios fracasan en el intento.
Un claro ejemplo de ello puede ser la implementación de salir jugando por abajo desde el arquero.
“Creo que lo que ha ocurrido es que, en todos los sentidos, Pep ha arruinado el fútbol. Ha enseñado a todo el mundo que puede jugar un fútbol de posición, y no puede. No todo el mundo puede hacerlo, solo tres equipos en el mundo pueden hacerlo realmente bien. A veces hay que ser resolutivo”, fue la opinión del actual dueño de Memphis 901 FC de la USL Championship en el podcast It’s Called Soccer.
El guardameta pasó 13 años en la Premier League entre el Manchester United y el Everton. Además, con la selección norteamericana disputó los Mundiales de Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.
Contrariamente, Howard halagó la idea de Mauricio Pochettino: “Sus mejores equipos siempre intentaban ser sólidos defensivamente. Si puede inculcar esa firmeza, Estados Unidos tiene suficiente talento ofensivo para ser peligroso”. El argentino es el flamante seleccionador del Team USA de cara a la próxima Copa del Mundo.
Por último el arquero describió como jugaba el equipo norteamericano cuando él aún estaba en actividad: “Durante mi generación, éramos un equipo conocido por nuestra resistencia y dureza. Teníamos algunos jugadores que podían inclinar la balanza a nuestro favor y nos hacían creer que podíamos competir y atacar con éxito”.