Todo ocurrió cuando comenzaron a estallar localizadores que portaban miembros del partido político y militar en el Líbano y Siria. Sospechan de un ataque israelí.
Al menos 11 personas murieron y casi 2.800 resultaron heridas, tras el estallido de localizadores personales que portaban miembros del partido político y militar Hezbollah. Los atentados se sucedieron en distintos lugares de Líbano y Siria, durante este martes.
La causa de la explosión en cadena de los aparatos buscapersonas que estaban en manos de miembros del grupo, aún se desconoce. Sin embargo, apuntan a un hackeo digital desde Israel, en el marco de un atentado terrorista, en medio del conflicto bélico en Medio Oriente.
Los dispositivos de comunicación del grupo extremista eran del último modelo, introducidos en los últimos meses, según informaron a la agencia de noticias internacional, Reuters tres fuentes de seguridad del Líbano. Se trata del aparato conocido como beeper, un dispositivo inalámbrico que se utiliza para recibir mensajes cortos de texto o señales de alerta.
De acuerdo a lo informado por Hezbollah, uno de los miembros del grupo e hijo del parlamentario libanés Ali Ammar, murió en una de las explosiones, y una niña de nueve años, Fatima Jaafar Abdullah, perdió la vida cuando un dispositivo estalló en la casa de sus padres en el pueblo de Saraain. También falleció el hijo de otro diputado de Hezbollah, Hassan Fadlallah.
Tras los atentados, varios miembros libaneses del grupo paramilitar también fueron trasladados a hospitales de la capital siria, Damasco, y sus alrededores. Los medios locales afirmaron que altos dirigentes de Hezbollah y sus asesores resultaron heridos en las detonaciones.