IMPSA, la empresa mendocina que buscará vender el Ejecutivo, arrastra una deuda de USD 566 millones.
Este miércoles, la legislatura de Mendoza define la transferencia de las acciones provinciales de IMPSA a la Nación, lo que representa un paso clave para la primera privatización del gobierno de Javier Milei. La medida permitirá completar la venta de la metalúrgica mendocina, reconocida por la fabricación de turbinas, y que actualmente exporta el 85% de su producción. Si bien el Estado nacional ya controla el 63,72% de las acciones tras su estatización en 2021, necesita el 21,24% en manos de la provincia para finalizar el proceso de venta.
IMPSA, con presencia en más de 40 países, provee equipamiento para industrias clave como la hidroeléctrica, nuclear y de petróleo y gas. Sin embargo, el Ministerio de Economía, liderado por Luis Caputo, justifica la privatización al señalar que la empresa, con 720 empleados, sigue siendo deficitaria y arrastra una deuda de US$ 566 millones. En esta situación, la compañía estadounidense ARC Energy mostró interés en capitalizar la empresa y reestructurar su deuda, aunque no reveló los montos involucrados.
El proyecto de privatización generó críticas desde la oposición, que señala la falta de transparencia en el proceso. La diputada Gabriela Lizana, del Frente Renovador, denunció que “IMPSA tiene un valor intangible de capital humano para el mundo y potencial” y que cederla por la necesidad de capitalización es “absurdo”. A su vez, otro foco de debate es el precio que la Nación debería pagar por las acciones de la provincia, dado que Mendoza ya recibió un aporte nacional para adquirirlas en 2021, durante el gobierno de Alberto Fernández.
Los problemas financieros de IMPSA se remontan al 2010, cuando la empresa contrajo deudas por su filial en Brasil y sufrió el impago de proyectos en Venezuela. Aunque logró reestructurar parte de su deuda en 2020, la empresa no consiguió revertir su situación deficitaria, a pesar de los contratos nuevos firmados en los últimos dos años por un valor total de US$ 250 millones.
El proceso de privatización tomará un nuevo rumbo este sábado, cuando venza el plazo para que ARC Energy concrete su oferta. Si la propuesta es aceptada, se abrirá un período de 60 días para que otras empresas puedan mejorar la oferta, dando inicio formal a la venta de IMPSA.