El estudio realizado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica revela un incremento significativo en comparación con el 41,7% registrado por el INDEC en 2023.
La pobreza en Argentina alcanzó un alarmante 52% de la población en el primer semestre de 2024, según un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA). Este porcentaje, el más alto desde 2004, refleja un incremento significativo en comparación con el 41,7% registrado por el INDEC en 2023. Además, la indigencia afecta al 17,9% de la población, lo que evidencia un deterioro en las condiciones de vida de muchos argentinos.
El informe de la UCA muestra que, aunque los niveles de pobreza disminuyeron ligeramente en el segundo trimestre del año, la situación sigue siendo crítica. Agustín Salvia, director del ODSA, explicó que si bien la situación no es tan grave como la crisis de 2001-2002 debido a que el desempleo no alcanzó los niveles de entonces, existen factores preocupantes como la pérdida de empleo en el sector informal y las bajas remuneraciones en el sector privado.
El deterioro en las condiciones laborales es uno de los principales motores de la crisis. Aproximadamente la mitad de los trabajadores formales del sector privado gana menos que el costo de la Canasta Básica Total (CBT), que en julio alcanzó los $900.648, acumulando un aumento del 81,7% en lo que va del año. Esta situación también se refleja en la Encuesta de UNICEF, que revela que el 48% de los hogares argentinos no puede cubrir sus gastos mensuales, y un millón de niños se va a dormir sin cenar.
A pesar de una leve recuperación salarial en el segundo trimestre, especialmente entre los trabajadores formales del sector privado, Salvia advierte que la mejora es limitada y no alcanza a todos los sectores. Los trabajadores informales y aquellos en sectores menos dinámicos no vieron una recuperación similar, lo que generó una mayor desigualdad entre los distintos grupos de trabajadores en el país.
Mirando hacia el futuro, el ODSA anticipa una estabilización en la reducción de la pobreza y la indigencia, aunque no espera una mejora significativa. Factores como el dinamismo del consumo, el pago de aguinaldos y el aumento de jubilaciones podrían tener un impacto, pero la situación general sigue siendo preocupante, y se espera un análisis más detallado en diciembre cuando se complete una nueva encuesta nacional.