El proyecto pretende que el presupuesto para las universidades en 2024 se ajuste según la variación del IPC y que se recompongan los salarios docentes y no docentes.

El presidente Javier Milei dejó en claro su determinación de vetar el proyecto de financiamiento universitario en caso de que sea aprobado por el Senado, como parte de su estrategia para mantener el equilibrio fiscal. Este proyecto, impulsado por la Unión Cívica Radical (UCR), propone que el presupuesto para las universidades en 2024 se ajuste según la variación del índice de precios al consumidor (IPC) y que se recompongan los salarios de los docentes y no docentes, lo cual, según el Gobierno, generaría un gasto no previsto del 0,14% del PIB.

Desde la Casa Rosada, las autoridades advierten que el proyecto atenta contra las finanzas públicas, ya que no especifica de dónde se obtendrían los fondos necesarios para cubrir estos gastos adicionales. Esto preocupa al Ejecutivo, especialmente cuando está próximo a presentar el Presupuesto 2025, que, según Milei, tendrá como objetivo alcanzar el “déficit fiscal cero“. A pesar de que no hay una convocatoria formal para votar el proyecto esta semana en el Senado, el Gobierno se muestra firme en que si la ley es aprobada, será vetada.

El secretario de Educación, Carlos Torrendell, expresó que, aunque existe consenso sobre la necesidad de mejorar los salarios docentes, cualquier aumento debe estar respaldado por recursos reales y en el contexto de mantener las cuentas públicas en orden. Este enfoque refleja la postura del Gobierno de priorizar la sostenibilidad fiscal sobre las presiones políticas para aumentar el gasto público.

La situación se da en un contexto de creciente tensión, especialmente después de la masiva marcha federal en abril, en la que 800.000 personas reclamaron por la falta de recursos para las universidades nacionales. Entre los participantes destacados de esa marcha estuvieron Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti, ambos figuras importantes dentro del radicalismo y defensores del proyecto de financiamiento universitario.

En resumen, el Gobierno de Milei sigue firme en su postura de preservar el superávit fiscal y está dispuesto a vetar cualquier iniciativa que considere insostenible, incluso si eso significa enfrentarse a una oposición que busca aprobar medidas para aumentar el financiamiento de la educación superior.

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