Esta medida busca aliviar la carga impositiva sobre los importadores y, en consecuencia, reducir los precios al consumidor.
El Gobierno tiene preparado el decreto para una reducción del impuesto PAIS, que actualmente grava las importaciones de bienes y servicios con un 17,5%, llevándolo al 7,5% a partir del 1 de septiembre. Esta medida, que retrotrae la suba impuesta por la gestión de Javier Milei en diciembre pasado, busca aliviar la carga impositiva sobre los importadores y, en consecuencia, reducir los precios al consumidor, particularmente en productos esenciales como alimentos y electrodomésticos.
La decisión fue confirmada por fuentes del Ministerio de Economía, quienes indicaron que la rebaja podría extenderse también a los gastos en turismo. La expectativa del Gobierno es que esta medida contribuya a una baja de precios en las góndolas, beneficiando directamente al consumidor. Según explicó el secretario de Producción, Juan Pazos, la reducción del impuesto debería reflejarse en una disminución del precio de productos como el café, atún, palta y otros bienes importados.
El ministro de Economía, Luis Caputo, quien anticipó la medida a diversos sectores empresariales, espera que la reducción del impuesto ayude a perforar el piso de inflación del 4% registrado en julio. El objetivo es acelerar la caída de la inflación en septiembre, posiblemente llevando el índice por debajo del 3%, pese a las recientes subas en tarifas.
No obstante, la reducción del impuesto PAIS generará un desafío en el frente fiscal, ya que se espera una caída del 40% en la recaudación de este rubro, que en julio pasado aportó unos $650.000 millones. El Gobierno confía en que la reducción del costo de las importaciones impulse un aumento en el volumen de compras externas, compensando parcialmente la pérdida de ingresos fiscales.
Esta medida también responde a las exigencias del Fondo Monetario Internacional, que presionó por un tipo de cambio más flexible y la eliminación del impuesto PAIS antes de fin de año.