A pesar de las declaraciones optimistas del ministro de Economía, Luis Caputo, el mercado mantiene sus expectativas inflacionarias hasta diciembre. Los inversores siguen cautelosos ante la evolución de los precios.
El escenario inflacionario en Argentina sigue siendo motivo de preocupación para los inversores, a pesar del optimismo expresado por el ministro de Economía, Luis Caputo.
Según proyecciones del mercado, la inflación promedio mensual se mantendría en torno al 3% hasta fin de año, lejos de las expectativas oficiales que buscan una desaceleración más pronunciada.
El reciente dato de inflación de la Ciudad de Buenos Aires, que alcanzó el 5,1% en julio, sorprendió al mercado y generó una suba en los precios de los bonos del Tesoro que ajustan por CER, con aumentos de hasta un 2% en la semana.
Este movimiento refleja la preocupación de los inversores, quienes ven con escepticismo la posibilidad de que el gobierno logre cumplir con su meta de inflación.
Al analizar los rendimientos de los bonos ajustados por inflación en comparación con las Letras Capitalizables (Lecap) a tasa fija, se puede inferir que las expectativas del mercado siguen siendo altas.
Aunque los pronósticos se han moderado ligeramente, aún se proyecta un 3% de inflación mensual, lo que contrasta con la declaración de Caputo, quien aseguró que el dato de septiembre se acercaría más a un 0% que a un 2%.
En este contexto, las proyecciones de diferentes consultoras, como Outlier e Invertir en Bolsa, coinciden en que la inflación mensual se mantendrá en torno al 3% durante el segundo semestre. Esto refleja una visión cautelosa por parte de los inversores, quienes consideran que aún quedan desafíos por enfrentar, como el impacto de la suba de tarifas y otros precios regulados.
Los analistas indicaron que, desde julio, el mercado comenzó a revisar sus pronósticos de inflación, apostando a una baja más abrupta. Sin embargo, esta expectativa aún no se refleja en la realidad, lo que podría generar nuevas tensiones en el mercado financiero.
En cuanto a las expectativas para 2024, se espera que la inflación siga siendo un factor de incertidumbre. Aunque algunos indicadores sugieren una posible desaceleración, los inversores permanecen cautelosos y buscan protegerse ante una posible ralentización en la caída de la inflación planteada por el gobierno.