Según el Wall Street Journal, el gobierno de Biden busca negociar un indulto para el presidente venezolano y su círculo cercano a cambio de su renuncia. Las conversaciones se desarrollan en secreto mientras la crisis política se intensifica en Venezuela.
En un giro inesperado de la política internacional, Estados Unidos está llevando a cabo negociaciones secretas con el presidente venezolano Nicolás Maduro para facilitar su salida del poder a cambio de un indulto.
Según informa el Wall Street Journal, la Casa Blanca está dispuesta a ofrecer garantías de no extradición tanto para Maduro como para su círculo más cercano, lo que podría allanar el camino para su renuncia antes de que asuma un nuevo mandato en enero de 2025.
Este acercamiento se produce en un contexto de creciente tensión en Venezuela, tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, donde Maduro fue proclamado ganador sin presentar pruebas claras que respalden su triunfo. La oposición, a través de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), ha denunciado un fraude electoral y afirma haber ganado por un amplio margen.
Las conversaciones han estado lideradas por Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, y Daniel P. Erikson, del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Fuentes cercanas a las negociaciones han indicado que la administración Biden ha puesto “todo sobre la mesa” para persuadir a Maduro de que renuncie, buscando una salida pacífica a la crisis política que vive el país.
Maduro enfrenta múltiples acusaciones por parte del Departamento de Justicia estadounidense, incluido el cargo de inundar el mercado estadounidense con cocaína. En 2020, se emitió una recompensa de 15 millones de dólares por información que pudiera llevar a su arresto. Sin embargo, en un intento por promover elecciones “limpias y transparentes”, la Casa Blanca ha comenzado a aliviar algunas sanciones sobre Venezuela.
A medida que las negociaciones se desarrollan, Brasil, Colombia y México han comenzado sus propias mediaciones diplomáticas, buscando una solución a la crisis política tras la controvertida reelección de Maduro. Desde entonces, más de 2,400 personas han sido arrestadas y los organismos de derechos humanos reportan al menos 24 muertes durante las protestas.
La situación en Venezuela se torna cada vez más crítica, y las decisiones que tomen tanto el gobierno estadounidense como el régimen de Maduro podrían tener un impacto significativo en el futuro del país y en la región.