En medio de la creciente tensión por la quita de subsidios al transporte, el Gobierno nacional evalúa tres alternativas para negociar con el Gobierno porteño. Mientras tanto, la administración de la Ciudad advierte sobre las posibles consecuencias del conflicto.

La disputa por los subsidios al transporte en la Ciudad de Buenos Aires y el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) continúa escalando. Este jueves, el Gobierno nacional confirmó que, a partir de septiembre, recortará los fondos destinados a las líneas de colectivo que operan exclusivamente en la Ciudad de Buenos Aires, lo que ha generado una dura respuesta por parte del Gobierno porteño.Desde la Secretaría de Transporte nacional sostienen que la decisión de dejar de subsidiar a las 31 empresas que solo circulan en CABA es definitiva. “Se va a hacer de la manera que haya que hacerlo. Si no es por una vía, será por la otra”, señalaron fuentes oficiales, dejando en claro que no habrá marcha atrás. Sin embargo, reconocen que “idealmente” se busca una salida política al conflicto.En los despachos oficiales se manejan tres alternativas para resolver la disputa: la primera es la publicación de un decreto que oficialice el traspaso de las líneas de colectivo a la órbita de la Ciudad de Buenos Aires, con lo cual CABA asumiría completamente la responsabilidad financiera de esos servicios. La segunda opción sería alcanzar un acuerdo entre ambas partes que permita una transición más ordenada. Finalmente, la tercera vía sería llevar el caso a la Justicia, aunque esta opción, debido a los tiempos que implica, no es considerada la más conveniente.

Por su parte, el Gobierno de la Ciudad respondió de manera contundente. En una nota enviada al Gobierno nacional, el ministro de Infraestructura porteño, Pablo Bereciartua, advirtió: “En el caso de que el Estado nacional no efectivice la parte de las compensaciones que le corresponde, conforme a lo oportunamente comprometido, corresponde hacerlo directamente responsable del conflicto que pudiere generarse con las empresas prestatarias del transporte público automotor”.El conflicto se originó cuando el secretario de Transporte, Franco Mogetta, anunció en la Cámara de Diputados que a partir de septiembre se les recortarán los fondos nacionales a las líneas de colectivo que solo operan en CABA. Estas líneas reciben actualmente un subsidio mixto, donde la Ciudad aporta el 55% y Nación el 45% restante. Con el recorte, Nación dejará de cubrir su parte, lo que representa un monto de aproximadamente $7000 millones mensuales.Además, el Estado nacional también dejará de financiar el programa Red SUBE en las líneas de colectivo que circulan exclusivamente en CABA, lo que implicará un recorte adicional de $1500 millones mensuales.El Gobierno nacional argumenta que continuará subvencionando solo a las líneas de colectivo que cruzan la provincia de Buenos Aires y la Ciudad, las cuales son consideradas de jurisdicción nacional. Estas incluyen 103 colectivos que transitan por el AMBA y otros 10 del interior del país, para los cuales se destinan aproximadamente $80.000 millones mensuales.

Mientras tanto, la Ciudad insiste en que, si se produce el traspaso de las líneas, este debe estar acompañado por los fondos correspondientes para cubrir los subsidios, ya que, según la administración porteña, actualmente no tiene control sobre las tarifas ni el servicio de transporte que circula en su territorio.

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