El sumo pontífice recibió a la hija de una de las víctimas de Alfredo Astiz durante la última dictadura militar y pidió que “conserven la memoria de lo que han recibido”.
En medio del escándalo protagonizado por un grupo de seis diputados de La Libertad Avanza (LLA) que visitaron a ex represores condenados por delitos de lesa humanidad, dentro del penal de Ezeiza, entre los que se encontraba Alfredo Astiz, el papa Francisco recibió a la hija de una víctima de “los vuelas de la muerte” y dejó un duro mensaje contra el oficialismo.
“No aflojen, conserven la memoria de lo que han recibido”, sostuvo el sumo pontífice tras el encuentro con Anita Fernández, hija de Ana María Careaga, secuestrada cuando estaba embaraza y nieta de Esther Balestrino de Careaga, desaparecida por el represor que cumple cadena perpetua.
Tras la reunión, que se llevó a cabo en la residencia papal de Santa Marta, dentro de la ciudad del Vaticano, el líder de la Iglesia Católica a nivel global insistió en que se cuide la memoria de las atrocidades ocurridas, “no solo de las ideas sino de los testimonios. Ese es el mensaje que les doy en este día”, remarcó.
Según dejó trascender el Instituto Espacio para la Memoria, a través de un comunicado, en la conversación el ex cardenal Jorge Bergoglio, “le manifestó que se había enterado de que unos diputados habían visitado a Astiz, que estaban queriendo que no estuvieran presos y que eso era algo muy peligroso”.
La polémica se desató tras conocerse que los legisladores oficialistas Lourdes Arrieta, Beltrán Bénedit, María Fernanda Araujo, Guillermo Montenegro y Alida Ferreyra, con el beneplácito del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, fueron al penal federal de Ezeiza a mantener un encuentro con represores condenados a cadena perpetua por delitos de lesa humanidad.
El encuentro además, era parte de una iniciativa de los propios condenados para presentar un proyecto de ley en el Congreso que les otorgue la libertad por tener más de 70 años, lo que sería un disparate jurídico y un hecho de extrema gravedad. Tras conocerse la información en los medios, muchos de los representantes del Gobierno de Javier Milei, negaron haber asistido o incluso desconocer el tema, hasta que salió a la luz una imagen de los diputados sonrientes juntos a los represores dentro del penal.