Fue 5-0 en las tarjetas de los jueces que le dieron el pase a la semifinal a la boxeadora argelina, quien rompió en llanto tras hablar con la prensa.
La polémica quedó en el pasado y la boxeadora argelina sigue su camino en los Juegos Olímpicos. Tras no sacarse diferencias dentro del cuadrilátero, Imane Khelif venció a la húngara Anna Luca Hamori por puntos en las tarjetas por parte de los jueces en la instancia de cuartos de final en la categoría de hasta 66 kgs.
La argelina hizo oídos sordos a las críticas con respecto a su nivel de testosterona o cromosomas, ella se dedicó a hablar en el ring. Fue unánime y sin dejar con dudas a los jueces: 5-0, con tarjetas de 29-26, 29-27, 29-27, 29-27 y 29-27. Posicionando a Khelif en semifinales y garantizando así una medalla olímpica, ya que no hay pelea por el tercer puesto.
La diferencia fue abismal, (sin entrar en polémicas ya analizadas en su pelea con la italiana Carini) dentro del ring. En los 3 rounds que duró el combate la argelina manejó el ritmo de la pelea, manteniendo distancia y atacando fuerte cuando debió hacerlo. Lejos del knock out, pero también lejos de ser dominada. Incluso se dio el lujo de pelear con la guardia baja en el último asalto.
Ya con el resultado oficializado, Khelif no pudo contener su emoción. Y claro. Fueron días difíciles para la boxeadora, criticada, atacada en redes sociales, e incluso con sus rivales pidiendo la descalificación, la argelina rompió en llanto al enterarse de su victoria y de que, pase lo que pase, regresara a Argelia con una medalla colgando en su pecho.
El camino al oro olímpico continúa: el martes 6 de agosto a las 17:30 volverá a sonar la campana, esta vez su rival en semifinales será la tailandesa Janjaem Suwannapheng en el cual está en juego un lugar en la final. Lo curioso, es que al no haber combate por el tercer puesto, ambas perdedoras en instancia de semifinales serán condecoradas con la medalla de bronce, compartiendo así el tercer lugar en el podio olímpico.