En una breve declaración ante la Justicia, el joven confesó haber asesinado a su compañera de facultad. El abogado defensor reveló detalles de la audiencia.
Néstor Aguilar Soto, el joven de 21 años detenido por el femicidio de Catalina Gutiérrez, confesó hoy ser el autor del crimen durante su declaración indagatoria en los Tribunales de Córdoba. “Dijo que fue él”, afirmó Gastón Schönfeld, el abogado defensor, en un diálogo con medios cordobeses.
La declaración de Soto fue breve y se negó a responder preguntas. Llegó a las 11:48 a la sede judicial y, tan solo 28 minutos después, salió esposado. “Realizó una manifestación donde dijo que había sido él, fue breve la manifestación que hizo”, detalló el defensor.
Schönfeld explicó que no han podido acceder a todas las pruebas del caso debido a su volumen, pero aseguró que la confesión de Soto fue concisa y que el joven está “muy arrepentido”.
Tras admitir su culpabilidad, Soto fue trasladado nuevamente al penal de Bouwer, donde ha estado detenido desde su arresto. El abogado defensor señaló que comenzarán a analizar el resto de las pruebas para poner en contexto la confesión del acusado.
La semana pasada, Soto fue llevado desde la cárcel hasta los Tribunales II para una pericia interdisciplinaria, pero se negó a someterse a ella por recomendación de su abogado. Este paso permitió al fiscal Mana programar la audiencia indagatoria de hoy.
El cuerpo de Catalina Gutiérrez fue encontrado el jueves 18 de julio en un Renault Clio abandonado en un descampado. La autopsia reveló que la joven murió estrangulada y que fue brutalmente golpeada antes de su muerte. Además, el cadáver presentaba quemaduras que sugieren que el asesino intentó borrar pruebas incendiando el vehículo.
Soto y Gutiérrez eran compañeros de la facultad de Arquitectura de la UNC y amigos, según la familia de la víctima. Tras el asesinato, Soto intentó colaborar en la búsqueda de Gutiérrez antes de confesar el crimen ante la Policía. En su momento, declaró: “Era el amor de mi vida”.
Inicialmente, la causa fue caratulada como “homicidio simple”, pero luego se reclasificó como “homicidio calificado por alevosía y por mediar violencia de género (femicidio)”. La confesión de Soto debe ser ratificada ante la Fiscalía para tener validez legal.
Investigación en curso
La hipótesis del fiscal Mana apunta a una “obsesión” de Soto con la víctima. Se cree que Gutiérrez llegó a la casa de Soto, donde discutieron, y él la golpeó y estranguló. Aún se desconocen los motivos de la pelea.
Todas las pruebas recolectadas señalan a Soto como el único sospechoso, pero no se descarta la participación de terceros. En su domicilio, se encontraron un anillo de la víctima, pelos rubios y ropa húmeda en el lavarropas, lo que sugiere que Soto intentó borrar pruebas en su contra. Las cámaras de seguridad también captaron al joven cargando el cuerpo sin vida de Gutiérrez en el Renault Clio.
La Justicia avanza con las pericias sobre los celulares de Soto y Gutiérrez para esclarecer su relación. Ambos formaban parte del mismo grupo de amigos de la universidad, y Soto había visitado la casa de la víctima en varias ocasiones.
Desde su detención, Soto ha estado aislado en la cárcel de Bouwer. Sin embargo, uno de los reclusos lo amenazó, lo que llevó a su reubicación en un pabellón con detenidos de baja peligrosidad.