Desde el organismo internacional insisten en que los resultados de las elecciones deben ser verificables y completos antes de ser reconocidos.
En medio de crecientes denuncias de fraude electoral en Venezuela, la Unión Europea (UE) ha emitido una advertencia clara: no reconocerán los resultados de las elecciones hasta que el presidente Nicolás Maduro publique todas las actas. Esta postura fue comunicada el miércoles por Josep Borrell, alto representante de la UE para Asuntos Exteriores.
“El Consejo Nacional Electoral (CNE) solo ha presentado el resultado correspondiente al 80% del escrutinio, sin aportar ninguna fuente ni sistema que permita su verificación”, expresó Borrell, subrayando la falta de transparencia en el proceso electoral.
Borrell destacó que, con un resultado parcial y no verificable, el CNE declaró la victoria de Nicolás Maduro, algo que la UE no puede aceptar. “En democracia, los resultados deben ser completos y verificables de manera independiente para ser reconocidos”, agregó durante una rueda de prensa en Vietnam.
El alto representante de la UE pidió a las autoridades venezolanas que garanticen la integridad y transparencia del proceso electoral mediante la verificación independiente de las actas de las mesas. También resaltó que los datos ofrecidos por la oposición son “radicalmente diferentes” de los anunciados por el CNE, lo que aumenta la desconfianza en el proceso.
“La Unión Europea exhorta al Consejo Nacional Electoral de Venezuela a que facilite el acceso inmediato a las actas de votación de todas las mesas electorales. Hasta que las autoridades no publiquen las actas y no sean verificadas, los resultados anunciados no podrán ser reconocidos”, subrayó Borrell, en una firme declaración de principios democráticos.
Además, Borrell recordó que la UE siempre ha defendido la vía electoral como solución a la crisis en Venezuela y sigue apelando a este camino. También hizo un llamado a que las manifestaciones y protestas sean pacíficas, instando a las fuerzas de seguridad a respetar plenamente los derechos humanos, especialmente los derechos de manifestación y reunión.
“La solución a esta crisis es electoral y esa sigue siendo nuestra postura”, concluyó Borrell, reafirmando el compromiso de la UE con la democracia y la transparencia en los procesos electorales.