Por primera vez en más de cuarenta años, el longevo dirigente de 84 años que conduce el Sindicato de Seguridad, Ángel García, verá desafiado su poder en las próximas elecciones internas del sindicato a realizarse este 6 de agosto. Quien competirá por su puesto es el actual ministro de Trabajo de la provincia de Santa Cruz, Julio Gutiérrez

Finalmente, por primera vez en mas de cuarenta años, el longevo dirigente de 84 años que conduce el Sindicato de Seguridad, Ángel García, verá desafiado su poder en las próximas elecciones internas del sindicato a realizarse este próximo 6 de agosto del presente año. Quien lo desafía es el actual Ministro de Trabajo de la provincia de Santa Cruz Julio Gutiérrez, cuya lista acaba de ser oficializada.

La cantidad de electores que estarán habilitados para votar habla por si solo tanto del deterioro institucional del sindicato como de la estrategia de García para perpetuarse en el poder. Apenas siete mil trabajadores de la seguridad podrán emitir su voto en estas elecciones cuando se calcula que la cantidad de trabajadores “en blanco” superó holgadamente los cien mil y existe otro tanto de trabajadores “en negro”, lo que marca a las claras la voluntad de la dirigencia de no hacer crecer el sindicato para que un padrón mas abultado ponga en riesgo la conducción de la entidad gremial.

Ante la falta de gestión y con una obra social en desuso y olvidada y con un sindicato sin prestaciones y servicios a los afiliados, García pudo conservar su poder gracias a intervenciones judiciales favorables y a elecciones amañadas y turbias en las que no se permitía la participación de otras listas.

Como si fuera poco en los últimos años se ha rodeado de barras bravas para amedrentar a todos aquellos que osaran plantarle bandera.  Hay conexiones concretas con barrabravas que hoy sostienen el poder de García a fuerza de choque, aprietes y amenazas a empresarios y los propios trabajadores. Es más, hoy forman parte de la estructura de conducción interna. Es el caso de Miguel Tobar, hermano de Iván Tobar, oponente del “Pata” Medina en UOCRA La Plata y jefe de Los Leales del club Estudiantes de La Plata.

Fue Tobar, junto a una facción de la barra de River Plate al mando de Ariel «Pato» Calvici, quien aseguró la asamblea electoral de la UPSRA en noviembre en el Centro Recreativo «Evita» que el gremio tiene en Moreno. Los barras fueron la barrera humana para que no entrase un afiliado que pudiera discutirle algo a García.

Tobar estuvo detenido hasta noviembre del año por tentativa de homicidio, además de haber estado implicado en otras causas penales por homicidio. El prontuario no importó para que García lo nombrara delegado normalizador del sindicato en la provincia de Buenos Aires, donde mantiene en vilo a empresarios bajo amenaza.

En este problemático contexto y con una conducción de García en ruinas, la UPSRA se encuentra en un proceso eleccionario complejo y peligroso para la seguridad pública.

Consultados sobre el panorama que perciben para las próximas elecciones, desde el entorno de Gutiérrez manifiestan sus temores: “Pusieron 146 lugares de votación en todo el país, pero hay lugares donde no hay nada, incluso algunos son hospitales públicos. Todavía no tenemos los padrones y no sabemos como se va a controlar y como van a dividir los padrones en cada mesa. No sabemos si habrá veedores judiciales y con barras bravas amenazando quemar las urnas si pierden, la situación dista mucho de ser calificada como una elección normal, pacífica y democrática, pero aún así estamos convencidos que vamos a ganar”.

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