Mientras el gobernador intenta armar su propio Régimen de Inversiones, los jefes comunales de Bahía Blanca y Mar del Plata anunciaron que se plegaran al reglamento sancionado en la Ley Bases.
En su guerra contra el Gobierno nacional, el titular del Ejecutivo bonaerense, Axel Kicillof, empieza a perder la batalla por el Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI), ya que pretende armar su propio proyecto y aprobarlo en la Legislatura, pero algunos de los intendentes ya anunciaron que se pliegan al sancionado por Javier Milei.
Así es el caso de los jefes comunales de Bahía Blanca y Mar del Plata, el primero de origen peronista Federico Susbielles, busca que la planta de GNL, con una inversión con un piso de 30 mil millones de dólares, se instale en su ciudad y no en la localidad rionegrina de Punta Colorada, por lo que inició conversaciones con el Gobierno nacional.
“Tenemos estudios que compartimos con YPF y Petronas, que marcan que el Puerto de Bahía Blanca puede albergar perfectamente el mayor movimiento de barcos y tiene los metros suficientes para que los buques de GNL puedan operar. También hay dos temas importantes, que tienen que ver con la licencia social y ambiental”, reveló el líder municipal en una entrevista con el diario Clarín.
A lo que sumó: “Nosotros nos sentimos patagónicos y creemos que tiene que haber un desarrollo más federal de la Argentina. Río Negro, Neuquén y Bahía Blanca tienen que generar un nodo logístico con radicaciones industriales que potencien la actividad económica. Estamos con muchas ganas de trabajar en equipo, pero para esta etapa el Puerto de Bahía Blanca es una mejor opción”.
Por su parte, el jefe comunal del partido de la costa, Guillermo Montenegro, realizó una conferencia de prensa para anunciar su adherencia al RIGI de Milei, al enfocarse en la importancia de captar inversiones para la región. “Hace mucho empezamos un camino muy claro para ser la ciudad del sí: que busca y abre las puertas a las inversiones, que ofrece facilidades para que el privado pueda crecer y que apuesta por la generación de empleo genuino”, sostuvo.
“También le pedí a mi equipo que comience a diseñar un régimen de incentivos propio con ventajas locales. Incluso estamos pensando que la barrera de inversión para aplicar sea menor a los 200 millones de dólares que establece la ley nacional. Y, si el gobierno nacional trabaja en lo que llaman un Mini RIGI para las Pymes, también lo vamos a acompañar”, explicó el referente del PRO.