Carmen Barros, la funcionaria acusada de contratar a una numeróloga con fondos del banco, se retira con una millonaria indemnización que ronda los $300 millones.
La gerente del Banco Nación, Carmen Barros, quien generó controversia en 2023 por contratar a una numeróloga y pagarle $1.985.000 con fondos del banco, está por retirarse con una millonaria indemnización. Esta decisión causó indignación entre empleados y ciudadanos que cuestionan la transparencia y ética en la gestión del banco estatal.
El caso de Barros salió a la luz cuando se reveló que, además de contratar servicios de numerología, la gerente se había aumentado su sueldo a una cifra equivalente a $15.000 dólares mensuales. En lugar de enfrentar consecuencias por su mal desempeño y uso indebido de fondos, Barros ha negociado una desvinculación que podría costar a la entidad alrededor de $300 millones, según revela una investigación reciente de San Lorenzo 24.
La jubilación de Barros está programada para mediados de enero próximo, aprovechando un acuerdo que equipara su retiro al cargo saliente, garantizando así un sustancial paquete de beneficios. Esta situación ha sido vista por muchos como una muestra de impunidad y protección por parte del directorio del banco, que actualmente está bajo la administración del gobierno de Javier Milei.
Desde que se conoció el escándalo que involucró a Pitty la Numeróloga, Barros ha mantenido un perfil bajo y rara vez se ha presentado en el banco, aunque ha seguido cobrando su generoso salario. Durante este tiempo, también se ha sabido que la gerente ha colocado a familiares y amigos en áreas estratégicas del banco, como Legales, Ética y Violencia de Género, lo que ha generado aún más sospechas y críticas.
El directorio del Banco Nación, en su mayoría designado por la anterior administración de Horacio Rodríguez Larreta, también ha sido señalado por su inacción y posible complicidad en este caso. Jorge Macri, actual jefe de Gobierno porteño, ha manifestado su descontento con la situación.
La situación del Banco Nación se ha agravado con otras irregularidades, incluyendo el nombramiento de empleados sin las calificaciones necesarias y el uso de influencias para mantener sueldos elevados sin justificación. Casos como el de Héctor Javier Silva, padre del hijo de Batakis, y otros nombramientos cuestionables han manchado aún más la reputación de la institución.
A pesar de las denuncias presentadas en Comodoro Py, que podrían encuadrar en figuras de nepotismo, abuso de autoridad, defraudación a la administración pública y presunta asociación ilícita, no ha habido investigaciones profundas ni consecuencias significativas para los implicados.