Trece consejos para evitar accidentes caseros

Las caídas pueden ser peligrosas a cualquier edad, pero más aún en personas mayores. Una simple caída puede provocar fracturas de cadera o muñeca, dislocaciones de cadera y hombro, traumatismos en la cabeza, dolores, y miedo a caer, con la consiguiente diminución de la seguridad en uno mismo.

A veces un hecho tan simple como no querer molestar, o querer hacer las mismas actividades que solían hacer antes solos, favorece una caída. Es recomendable que se tome todo el tiempo que haga falta para levantarse o sentarse y, sobre todo, avise a quien le pueda ayudar. Además, estos consejos pueden servir:

– Cuidado al sentarse

– Levantarse lentamente de la cama o sofá para evitar mareos.

– Evitar correr para ir al baño, timbre, etc.

– Evitar hacer las actividades de la vida cotidiana (baño, vestirse, etc.) tras la toma de medicación sedante.

– Hacer un uso adecuado de las ayudas técnicas: andadores, bastones, etc. No agarrarse del toallero, de los pomos de las puertas, etc.

– Usar calzado cerrado, sin tacos y correctamente puesto.

– Usar ropa adecuada y correctamente puesta (controlar largos, botones, etc.).

– Para levantarse de la cama, de la silla o el baño usar siempre su lado fuerte.

– Ir al baño cada dos o tres horas, para evitar urgencias.

– Usar anteojos si lo necesita o el audífono si tiene déficit auditivo.

– Preguntar y conocer la medicación que toma y sus efectos secundarios. Algunos medicamentos pueden tener efecto sobre la coordinación y equilibrio, otros provocar urgencia (laxantes o diuréticos que harán que necesite ir al baño con urgencia o más asiduamente).

– Tener los objetos necesarios al alcance: timbre, teléfono, bastón, interruptor de la luz, mando del televisor, etc.

– Si se ha limpiado la habitación esperar hasta que el suelo esté seco.

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