A nueve años del trágico fallecimiento, los doctores fueron hallados culpables de homicidio culposo y sustracción de pruebas. Mariano Cohn, hermano de la víctima, destacó la importancia de esta sentencia como precedente para evitar futuras negligencias.
Este viernes, la Justicia dictaminó la condena de tres médicos del Hospital de San Isidro por la muerte de Alejandro Cohn en 2015. A nueve años del trágico incidente, Marcelo Toro Solano, Ana Sánchez y Carla Setti fueron sentenciados a penas de prisión y a inhabilitación para ejercer la medicina.
Toro Solano recibió una condena de 3 años y 6 meses de cárcel junto con 7 años de inhabilitación. Ana Sánchez y Carla Setti fueron condenadas a 1 año y 8 meses de prisión de ejecución condicional y 5 años de inhabilitación para ejercer.
Para otros tres profesionales involucrados, María Quiroga, María Seijo y Martín Montagnano, no hubo condenas. La fiscalía había desistido de la acusación durante los alegatos en los casos de Marina Vogelin, Maximiliano Ragazzoli y Darío Campos.
Mariano Cohn, hermano de Alejandro, estuvo presente durante todo el proceso judicial. Al finalizar el juicio, el fiscal Diego Molina Pico retiró la imputación de sustracción de pruebas contra todos los acusados y no acusó a Vogelin, Ragazzoli ni Campos por homicidio.
Durante los alegatos, las defensas de los médicos se centraron en acusaciones cruzadas, señalando a las enfermeras que atendieron a Alejandro Cohn, quien ingresó de urgencia al hospital el 27 de julio de 2015 por una descompensación relacionada con su diabetes.
Mariano Cohn expresó su indignación: “Hace nueve años que venimos reclamando justicia por mi hermano. Espero que esta sentencia sirva como precedente para evitar que situaciones como esta se repitan”.
El cineasta Mariano Cohn calificó el comportamiento de los médicos como “bestial”, afirmando que todos los involucrados, incluidos los absueltos, actuaron de manera negligente y mantuvieron un “pacto de silencio”. “Mi familia y yo hemos actuado de manera civilizada, a diferencia de estos médicos”, aseguró.
El caso
Alejandro Cohn, un paciente diabético tipo 1, fue trasladado al Hospital de San Isidro el 27 de julio de 2015, tras descompensarse en la vía pública. Al llegar al hospital, no recibió la atención médica adecuada, lo que agravó su estado. Alejandro entró en shock y sufrió convulsiones, lo que derivó en un paro cardiorrespiratorio y finalmente, en su muerte el 29 de julio de 2015.
Según la acusación fiscal, la falta de atención y la negligencia del personal médico fueron evidentes. Las doctoras María Seijo y María Quiroga no asistieron adecuadamente a Alejandro, lo que agravó su condición. Además, la investigación reveló la ausencia de cámaras de seguridad, la pérdida del libro de informes y la sustracción de hojas del libro de actas de enfermería.
La autopsia de Alejandro Cohn mostró graves lesiones, incluyendo fracturas de vértebras y clavícula. El fiscal Molina Pico solicitó una nueva investigación sobre las acciones de las enfermeras Erlith Valverde y Nancy Flores debido a sus contradictorias declaraciones.