En un momento crucial para las elecciones presidenciales, ambos candidatos se enfrentarán cara a cara. Las encuestas muestran un empate sostenido, mientras los postulantes buscan cada voto en una nación profundamente dividida.

Los estadounidenses y el mundo verán este jueves a Joe Biden y Donald Trump por primera vez desde hace casi cuatro años en una misma habitación, cara a cara, en un debate que se avecina feroz para comenzar a definir la carrera por la Casa Blanca en un país dividido que se enfrenta a las presidenciales de noviembre con mucha frustración y con dos personajes conocidos que vuelven a disputarse la conducción de la primera potencia global.

Mucho ha cambiado desde aquel octubre de 2020, cuando se enfrentaron por última vez antes de las elecciones que ganó Biden, un triunfo que Trump nunca reconoció.

Desde entonces Estados Unidos pasó por una pandemia, una economía golpeada e incierta, un inédito asalto al Capitolio de la nación, la caída del derecho federal al aborto y se ha visto envuelto en dos sangrientos conflictos globales en Ucrania y Gaza.

Por otra parte, Trump, de 78 años, fue condenado por 34 cargos por un jurado de Nueva York, y enfrenta varios otros juicios. Y Biden, de 81, se ha convertido en un presidente impopular, por muchos considerado como demasiado viejo para dirigir el país, y que enfrenta una profunda oposición no solo de los republicanos sino también de la base de su partido.

Las encuestas vienen mostrando un sostenido empate entre Trump y Biden, los protagonistas del pasado y de ahora. Ambos son fuertemente rechazados por amplias franjas de la nación y en la recta final de la campaña pelean por cada voto que puedan conseguir. El debate, que comenzará a las 22, hora argentina, en la sede de la CNN en Atlanta, será clave para conquistar voluntades en un choque que esta vez se da mucho más temprano que en otras campañas

Biden estuvo recluido desde el fin de semana en la casa presidencial de descanso en Camp David, entrenando con 16 asesores y con su abogado Bob Bauer asumiendo el rol de Trump. La estrategia de Biden, dicen sus laderos, será recordar a los votantes el caos que reinó en la Casa Blanca bajo la presidencia de Trump, sus condenas penales y advertir sobre un futuro aún más oscuro si gana un segundo mandato.

Estrategias

El republicano suele satirizar a Biden por su edad y sus despistes, aunque el propio Trump también comete errores y tiene contradicciones en sus discursos. Sin embargo, en una entrevista dijo que el presidente no debe ser “subestimado” en el debate.

El choque televisivo ofrece oportunidades a los candidatos para remontar en las encuestas, pero también plantea riesgos significativos para ambos ya que un notorio paso en falso de cualquiera puede quedar dando vueltas en el electorado por varios meses dado que recién se encontrarán en un segundo debate en septiembre. Biden tendrá la chance de convencer al electorado de que aún mantiene la lucidez y la energía necesaria para el cargo. En ese sentido será examinado con lupa por la audiencia.

“Este es un gran punto de inflexión”, dijo Karl Rove, el estratega que dirigió las dos exitosas campañas presidenciales de George W. Bush. “¿Puede Biden ser consistentemente convincente, haciendo que la gente diga: ‘Bueno, tal vez el viejo esté a la altura?’ ¿Y Trump va a ser lo suficientemente moderado como para que la gente diga: ‘Se trata de nosotros, no de él’” y su polémica personalidad.

Este debate presidencial no solo será el más temprano en una campaña electoral sino que tendrá muchas novedades. Esta vez está organizado por CNN en lugar de una comisión no partidista y se transmitirá simultáneamente en más de cinco cadenas, sin audiencia en vivo y sin declaraciones de apertura.

Cada candidato tendrá dos minutos para responder preguntas, seguidos de refutaciones de un minuto y respuestas a las refutaciones, y –dato clave para evitar interrupciones– sus micrófonos se silenciarán cuando no sea su turno de hablar. No podrán leer papeles, pero sí podrán tomar notas. Será moderado por los periodistas Jack Tapper y Dana Bash

Se espera que Trump ataque a Biden por la inflación y la inmigración, dos de las mayores vulnerabilidades del presidente, según los sondeos. Steve Cheung, director de comunicaciones del republicano, señaló: “El verdadero punto de referencia para el debate del jueves debería ser si Joe Biden puede o no defender su desastroso historial sobre la inflación y la invasión fronteriza fuera de control frente al incuestionable historial de éxito del presidente Trump en su primer mandato”.

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