El paso a paso según la forma de tu molde
Para desmoldar tartas, bizcochuelos y demás preparaciones de moldes sin que se salga la masa o se pegue la comida, la clave está en usar papel de horno y prepararlo de una determinada forma dependiendo de la forma del molde.
Moldes rectangulares
Cortá papel de horno de forma rectangular, de manera que los laterales tapen justo las paredes del molde por su parte exterior al doblar el papel hacia dentro. Con unas tijeras, cortá en línea recta justo a la altura de las paredes del molde, a la altura de sus ángulos. Hacé lo mismo por el otro lado, creá una abertura justo a la altura del ángulo recto entre las paredes laterales y los fondos del molde.
Retirá el molde, agarrá el papel de horno recortado y ponelo en el interior del mismo. Las aberturas te ayudarán a ajustar perfectamente al interior, creando esa película entre el molde y la masa que facilitará el desmolde. Y, al mismo tiempo, hará de barrera si tenés uno donde se sale la masa por la parte desmontable del mismo.
Es recomendable tener ligeramente engrasado el interior del envase para que la película de papel se ajuste mejor, sobre todo al fondo del mismo. Siempre engrasá el molde debajo del papel para que se ajuste de la mejor forma posible y el acabado sea perfecto.
Moldes circulares
Necesitás una porción de papel de horno que sea más grande que el molde. Para darle la forma deseada y ajustarlo a un molde circular, tomá esa porción cuadrada de papel y doblala por la mitad. Te quedará un rectángulo que debés volver a doblar por la mitad, creando de nuevo un cuadrado, pero mucho más pequeño y con varias capas.
Doblá por la mitad este último cuadrado pero creando una forma de triángulo rectágulo, con un ángulo recto. Es decir, doblalo en diagonal. Con la forma resultante, calibrá, aproximadamente, la medida de las paredes de tu molde, colocando la punta del triángulo en el centro. Lo que sobre desde el borde lo podés recortar con unas tijeras dándole forma circular.
Para facilitar que el papel se adapte al molde, hacé dos cortes desde la parte redondeada del triángulo que dividan ese borde circular en tres partes más o menos iguales. Los cortes deben llegar, más o menos, hasta el centro del papel.
Cuando lo tengas, deshacé la figura y te quedará un papel circular que se adapta perfectamente a tu molde previamente engrasado. Es ideal tanto para moldes no desmontables como para aquellos desmontables de los que se sale un poquito la masa.
Moldes cuadrados
Aplicá la misma técnica que en los rectangulares, ajustando el tamaño del papel de horno de tal forma que se cubran las paredes y haciendo los pequeños cortes paralelos a la altura de los cuatro ángulos rectos del molde cuadrado.