Por qué ocurre y cómo deshacerte de ella
Aunque puedan parecer similares, el frizz y la electricidad estática en el pelo son diferentes. El primero ocurre cuando el cabello está seco y dañado, absorbiendo la humedad del aire. La segunda se presenta en cabello seco y dañado en condiciones de baja humedad, como en invierno.
Entre las causas más habituales de la acumulación de dicha energía eléctrica se encuentran:
Pelo fino: es más proclive a sufrir este fenómeno por falta de agua o por cepillarlo en seco, pero le puede suceder también a los de cabello grueso.
Los ingredientes del shampoo: en el caso de que sean más químicos que naturales podría llevar a la acumulación de estática.
Exceso de uso de acondicionadores: hay que usarlos, pero si nos pasamos con la cantidad podría llegar a cambiar la forma en la que el pelo se comporta después de lavarlo.
Falta de hidratación en el cabello: uno seco y áspero se encrespará con más facilidad y, por lo tanto, presentará más estática, sobre todo cuanto más se peine.
Cepillos de plástico: cuanto mayor sea el porcentaje de este material, más posibilidades hay de que tu pelo acumule electricidad estática. Los niveles también serán altos si te peinás con demasiada fuerza.
Uso de algunos accesorios: las prendas de lana como las bufandas o algunas colitas y demás accesorios para recoger el pelo lo hacen más propenso a este problema.
Nueve trucos para evitarla:
1- Enjuagá tu cabello con agua templada
Antes de salir de la ducha, enjuagátelo con agua templada o fría, esto ayuda a suavizar las cutículas de las hebras del pelo, lo que hará que no esté dañado y que no acumule tanta electricidad.
2- No lo laves todos los días
Puede ser más propenso a resecarse o romperse si es rizado o quebrado. Lavarlo con demasiada frecuencia puede agravar esta situación.
3- Protegelo de las inclemencias del tiempo
Secalo primero con una toalla antifrizz sin frotar después de lavarlo y antes de usar el secador. También protegelo del mal tiempo con gorros y bufandas.
4- Elegí un peine de púas naturales
Evitá los de púas de metal o fibras artificiales, y optá por los de madera, cerdas naturales o púas de jabalí, y mejor si no tienen la bolita en la punta ya que son los que mejor ayudan a quitar los enredos. Y, de paso, que se ajuste a tu tipo de pelo: el lacio necesita un cepillo acolchado; cuando hay mucho pelo es mejor uno con cerdas de bambú para conseguir desenredar y los de púas grandes son ideales para las cabelleras rizadas.
5- Aplicá mascarilla
Colocá una pequeña cantidad sobre el pelo húmedo cada vez que te lo laves y dejá actuar todo el tiempo que puedas. Buscá la que se adecúe a tus necesidades.
6- Un extra de hidratación
Además de la mascarilla o el acondicionador, si presenta mucha estática, podés optar por una crema, cera o mousse antifrizz. Los productos adecuados serán tus aliados si se usan bien: frotándote las palmas de las manos evitarás que se produzca esta electricidad, sobre todo si se hace de forma suave.
7- Probá con tratamientos naturales
También existe la opción de aplicar mascarillas naturales a base de aceite de oliva, palta, almendras, mayonesa o huevos, sobre todo en la zona de las puntas.
8- Pasá por tu pelo una toallita seca
Pasala de forma suave por la melena y verás cómo tu pelo encrespado empieza a perder esa intensidad.
9- Elegí bien tu shampoo
Cuanto más naturales los ingredientes mejor y que sea acorde a lo que tu cabello demanda: si está seco y necesita de un extra de hidratación o si es quebradizo y necesita de componentes que lo fortalezcan. Si está bien cuidado, será capaz de deshacerse de la estática.